RESERVAS. El embalse del Guadalcacín es el más grande de la provincia de Cádiz. / J. C. CORCHADO
Ciudadanos

Los pantanos de Cádiz afrontan el nuevo año hidrológico con reservas para dos años

La provincia cuenta con 509 hectómetros cúbicos de agua y tiene los pantanos a un 30% de su capacidad, pero la Agencia Andaluza del Agua no prevé problemas «a corto o medio plazo» Las pocas precipitaciones bajan las reservas pero el consumo total desciende por segundo año

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Los pantanos de la provincia de Cádiz se encuentran a sus niveles más bajos desde 2004, debido al periodo de sequía que comenzó entonces, pero el consumo no ha subido por segundo año hidrológico consecutivo. Parece una paradoja pero gracias sobre todo al esfuerzo de los agricultores, junto con las mejoras en gestión e infraestructuras y el ahorro privado, la Agencia Andaluza del Agua cree que el consumo está asegurado para los dos próximos años, incluso -lo que parece casi imposible- aunque no cayera una sola gota de agua en ese tiempo. El año hidrológico ha comenzado el 1 de octubre en la provincia con similares parámetros de precipitaciones que el periodo anterior, que fue muy seco, pero la esperanza es que un cuarto año de sequía «se produce de forma excepcional», explican desde el organismo dependiente de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.

Así las cosas, los responsables de la Cuenca Atlántica Andaluza, que agrupa los embalses que suministran a las provincias de Huelva y Cádiz, opinan que la situación hidrológico «no implica riesgo a corto o medio plazo en el abastecimiento de los embalses». Cuestión de números. Los pantanos de Cádiz cuentan actualmente con sólo 509 hectómetros cúbicos del líquido elemento, y durante el año pasado, gracias a las medidas de ahorro, se desembalsaron 236, de los que 136 fueron para el regadío, 91 para el consumo urbano y el resto para la industria y otros usos. Sin embargo hay que recordar que los pantanos acaban de salir del periodo veraniego, donde las aportaciones son prácticamente cero y las lluvias, necesariamente, tendrán que llegar.

Esto es así porque el periodo de sequía 2004-2007 ha sido uno de los más severos desde el que tuvo lugar entre 1992 y 1995, cuando 3,5 millones de andaluces sufrieron restricciones durante 1995. Según las estimaciones de la Consejería de Medio Ambiente, en 2007 esos problemas sólo han afectado a 20.000 andaluces. Todo ello teniendo en cuenta que 2004 fue el año más seco de las últimas seis décadas, según el Instituto Nacional de Meteorología, lo que produjo que la lluvia en la Cuenca Atlántica Andaluza se redujera en un 60%.

Sin embargo, la evolución de los embalses no ha sufrido la merma de recursos que podría preverse inicialmente en función de las lluvias, siendo fundamental la moderación de los consumos de agua registrados en la provincia de Cádiz durante los tres últimos años. Éstos no han parado de bajar, pasando de los 297 hm3 del primer año de sequía a los 243 del segundo y a los 236 hm3 del que acaba de finalizar. Eso significa un ahorro de 61 hm3 en 2007 en comparación con 2005, el equivalente a nueve meses de consumo urbano en la provincia.

Regantes

Los grandes artífices de este ahorro han sido los agricultores que frente a los 165 hm3 que se pactaron antes de la temporada de riegos consumieron 136 hm3. «Es posible ahorrar agua, y la solución es simple: regar mejor», resumen desde la Agencia Andaluza. Los acuerdos con los regantes contemplaban una disminución del consumo de entre un 15 y un 25%.

La caída en el volumen de agua de los pantanos gaditanos ha pasado de 406 hm3 en 2005 a sólo 86 en 2007. Este cambio de tendencia no puede explicarse sólo por las fluctuaciones de las lluvias y coincide con las campañas de concienciación contra el gasto, a los acuerdos con los regantes de Guadalete y Barbate y a las mejoras en gestión e infraestructuras adoptadas por la Consejería y los ayuntamientos. A falta de que llegue la lluvia, de momento abrir los grifos no será problema en la provincia.