'Kyle XY'
Es importante tener ombligo. Muy importante. Ahora tenemos en Cuatro a un tipo que carece de ese estrambótico agujero: se llama Kyle y es el protagonista de Kyle XY, una serie norteamericana que oscila entre lo paranormal y lo sentimental-adolescente. En realidad, la ausencia de ombligo es el menor de los problemas de Kyle; el muchacho ha aparecido de repente en una ciudad norteamericana sin saber nada de sí mismo, ni de dónde viene ni adónde va, aunque ha tenido la suerte de caer en una familia de buen rollo. A partir de aquí, la trama se hace bífida: por un lado está la vida de Kyle en su nuevo hogar, sus relaciones con los otros jóvenes y los diferentes líos entre éstos, con abundante atención a los vaivenes amorosos de la muchachada; por otro, tenemos la intrigante presencia de una siniestra agencia oficial (o paraoficial, no sé) que busca al desombligado joven con intenciones visiblemente aviesas.
Actualizado: GuardarLo del ombligo y lo de la agencia es lo que otorga al producto su aire paranormal y seudoufológico; de no ser por estos elementos, Kyle XY podría parecer un remake del enigma de Kaspar Hauser, aquel adolescente salvaje que apareció de la nada en la Alemania de mediados del XIX. Es el tipo de explicación que en nuestro tiempo ya no sirve, así que los guionistas de Kyle XY han recurrido a la procedencia paranormal. De Kyle sólo sabemos lo del ombligo y que es varón (de ahí lo de XY, que son los cromosomas del género masculino); rápidamente aprendemos, además, que el chico posee facultades extraordinarias. La historia está bien: la trama adolescente rehuye la memez, lo cual ya es un gran logro; la trama paranormal, por su parte, parece abiertamente inspirada en Expediente X, clásico con el que además comparte un actor. La trabazón entre estos dos hilos argumentales no siempre parece bien lograda, pero, pese a ello, el relato es interesante. El público no se ha mostrado indiferente ante este relato: sus cifras de audiencia oscilan en torno a los 2,3 millones de espectadores, que para Cuatro es mucha gente. Y todos tienen ombligo.