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Los marines piden su relevo en Irak tras cuatro años en primera línea de combate

El cuerpo de élite de EE. UU. reclama ser sustituido por el Ejército de Tierra y su traslado a Afganistán

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La Infantería de Marina de Estados Unidos, el cuerpo de élite de las Fuerzas Armadas, punta de lanza en los combates más sangrientos y el que más bajas sufre, cree que su misión en Irak está completada y pide cambio de destino. Los reconocidos marines han propuesto a la cúpula del Pentágono su traslado al frente de Afganistán, para dejar al Ejército de Tierra las responsabilidades militares en el país del golfo Pérsico, donde luchan desde el inicio de la guerra en marzo de 2003.

Según recogía ayer el diario 'The New York Times' en portada, los que respaldan la iniciativa argumentan que el cambio permitiría tanto al Ejército como a la Infantería de Marina operar de forma más eficiente en ambas contiendas. Sobre todo en relación al conflicto afgano, en el que los marines, más bregados en la lucha antiterrorista, descargarían de trabajo a otros cuerpos. El mando militar cree en concreto que de ese modo se reduciría la presencia de la Fuerza Aérea y de las tropas de tierra, además de aumentar las rotaciones.

El periódico neoyorquino mencionaba que la idea del traslado se planteó la pasada semana durante una sesión convocada por el secretario de Defensa, Robert Gates, y en la que estuvieron presentes los miembros del Estado Mayor Conjunto y los jefes de los mandos regionales. Y, aunque no se trató de una propuesta formal, si fue objeto de «intensas discusiones».

'The New York Times' hacía hincapié en que la proposición para retirar los marines «representa la primera prueba tangible de una nueva forma de pensamiento» desde que la Casa Blanca respaldó en septiembre un plan para iniciar la salida gradual de tropas de territorio iraquí. Pero no se debe obviar que la propuesta de los marines es algo que hasta ahora no tenía precedentes en las Fuerzas Armadas de EE. UU., lo que para algunos analistas puede apuntar a un cansancio de estas tropas por estar siempre en primera línea de batalla.

Gran reestructuración

«No está claro cuántos de los marines en Irak se trasladarían», señalaba el periódico neoyorquino, a lo que añadía que la operación implicaría «una gran reestructuración y les convertiría en la fuerza dominante en Afganistán, una guerra que tiene un respaldo más amplio que la de Irak».

Por su parte, 'The Washington Post' recogía que la iniciativa también tiene que ver, en gran medida, con el hecho de que la Infantería de Marina es el cuerpo que asumió el liderazgo en la provincia de Anbar, una zona en la que se ha reducido de forma drástica la violencia sectaria y, en opinión del presidente, George W. Bush, un ejemplo de la victoria de la estrategia militar estadounidense. En la actualidad están desplegados en Irak alrededor de 25.000 marines, mientras que en Afganistán, donde hay unos 26.000 soldados del Pentágono, no existen grandes unidades de la Infantería de Marina.

Y mientras la propuesta se estudia, en el congreso anual de la Asociación del Ejército, el general George Casey, máximo responsable de las tropas terrestres, reconoció que las fuerzas bajo sus órdenes «se encuentran al límite» por todas las obligaciones bélicas asumidas tras el 11-S hasta el punto de que, incluso con la reducción prevista en Irak, necesitarán tres o cuatro años para recuperar su comprometida fortaleza.

Para hacer frente a esta situación, el Pentágono ha optado por acelerar la autorizada expansión de la plantilla del Ejército, añadiendo 74.000 efectivos para 2010, en lugar de 2012, como originalmente se había planeado. Este proyecto se basa en reclutamientos menos selectivos y en persuadir a los militares en servicio para que prolonguen sus compromisos a través de bonificaciones. Como ejemplo, el Ejército de Tierra ha empezado a incentivar con bonos de hasta 24.600 euros el reenganche de jóvenes oficiales con especialidades clave como inteligencia militar o infantería.