DESCANSO. Marines se relajan tras una operación en Irak. / AFP
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La insurgencia ataca la principal base americana

La insurgencia iraquí demostró ayer una vez más la fragilidad de las fuerzas de la coalición ante sus ataques. En una acción con morteros o cohetes contra la principal base militar estadounidense en Bagdad, los rebeldes acabaron con la vida de dos miembros de las tropas internacionales e hirieron a otros 38.

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Campo Victory -cercano al aeropuerto de la capital iraquí- es el mayor emplazamiento militar del Pentágono en el país árabe y el cuartel general de las tropas norteamericanas. En septiembre, el Ejército informó de que un no estadounidense perdió la vida y varias personas más resultaron heridas cuando un cohete de fabricación iraní alcanzó el campamento. Sin embargo, la base americana no fue el único objetivo de la violencia insurgente en la zona.

Ayer, el estallido de un coche bomba en Kirkuk, que tenía como objetivo un alto cargo de la policía, acabó con seis vidas y dejó además treinta heridos.