Bielorrusia anuncia su incorporación a la carrera nuclear
El presidente bielorruso, Alexánder Lukashenko, a quien Estados Unidos considera el «último dictador de Europa», no quiere ser menos que su homólogo iraní y amigo, Mahmud Ahmadineyad. Lukashenko reivindica también el acceso a la energía nuclear y ordenó ayer que se aceleren los preparativos para que la construcción de la primera central atómica del país comience el año que viene.
Actualizado: GuardarLa idea existía desde diciembre del año pasado y ayer Lukashenko mantuvo una reunión para interesarse sobre la marcha del proyecto. Al constatar que no se ha hecho prácticamente nada, el autoritario dirigente montó en cólera y dispuso que las obras comiencen ya el año que viene. Pero ni siquiera se ha establecido aún el lugar en donde será levantada la planta.
«La creación de nuestra propia energía atómica no tiene alternativa y su objetivo es garantizar la seguridad nacional», manifestó Lukashenko. Según sus palabras, no es la ambición política lo que le mueve, «sino la necesidad de asegurarnos fuentes de energía en un momento en el que se agotan los recursos mundiales de hidrocarburos, fallan los suministros y suben los precios de forma imparable».
El presupuesto previsto para construir la planta se calcula en unos 2.000 millones de euros y las obras deberán prolongarse durante por lo menos cuatro años.
Tras la desintegración de la Unión Soviética, Bielorrusia cedió todo su arsenal atómico a la vecina Rusia. Pero, después de que Estados Unidos anunciase su intención de desplegar elementos de su escudo antimisiles en Polonia y la República Checa, Lukashenko propuso a Moscú traer de nuevo a su país las armas nucleares.