Cádiz C.F.

García Remón: «Había que buscar un chivo expiatorio y aquí está»

El ex técnico amarillo afirma que en su cese, que considera «muy precipitado», no sólo han influido factores deportivos

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

«Estoy muy sorprendido porque el proyecto al que veníamos con tanta ilusión no ha podido ser más corto», afirmaba ayer Mariano García Remón al inicio de su última rueda de prensa en El Rosal. Contó cómo Arturo Baldasano le había comunicado personalmente su cese como entrenador del Cádiz. Aunque esa comunicación se produjera ayer, la prensa ya la conocía desde el final del partido copero ante el Granada 74. Sobre esto, Remón opinó que «yo me he enterado esta mañana y no voy a entrar a valorar las formas, pero el presidente me ha pedido disculpas porque cree que no lo ha hecho bien y yo se las he aceptado».

Insistió Remón en considerar que su cese es «una decisión muy precipitada porque sólo llevamos siete partidos, pero hay aceptarla, aunque me parece una barbaridad cortar los proyectos tan pronto». Según el técnico madrileño, en su cese «no han influido sólo temas deportivos, sino que se habrán valorado otro tipo de aspectos». «Había que buscar un chivo expiatorio y aquí está: alguien tenía que salir con las culpas de todo y he sido yo», continuaba Remón.

Acompañado en todo momento por su segundo entrenador, Paco Jiménez, el madrileño destacó «la unión y el trabajo del grupo, que con otro entrenador seguirá trabajando igual y sin problemas, como ha estado hasta ahora, lo cual es muy de agraceder».

«No es ético que mientras haya un entrenador se hable con otro; yo mismo llegué al Albacete y allí me encontré con el entrenador saliente, por lo que me negué a firmar nada hasta que no se solventara la situación», dijo Remón en una clara alusión a las negociaciones con Jose.

García Remón ponía punto y final a su etapa como entrenador del Cádiz, confesando que no es «hombre de nadie», en el sentido de que «yo habría seguido porque tenía fuerza y confianza, pero tenía muy claro que si no se enderezaba la situación presentaría mi dimisión porque no me aferro al cargo haciendo oídos sordos a la afición».