La parcelita | Imposible aparcar, por Antonio Fernández Repeto

La semana pasada ha salido a la luz la penosa situación de los aparcamientos del Hospital de Puerto Real. En la actualidad acceder, a cualquier hora, a dicho centro se ha convertido en una autentica pesadilla. Llegues a la hora que llegues aparcar es una cruzada de resultados insospechados. Hay coches entre los pinos, en carriles o en los lugares más peregrinos. Cuando la lluvia sorprende inesperadamente, aparecen los coches franqueados por un auténtico río de agua y lodo que incluso llega, en más de una ocasión, a ponerlos en peligro. En definitiva, un autentico desastre.

Cuando, ilusionados, visitábamos las obras del futuro Hospital antes del traslado desde nuestro querido y añorado Hospital de Mora ya preveíamos que, por la ubicación del centro, el espacio destinado para aparcamientos era insuficiente. El paso de los años ha venido a darnos la razón. Poco a poco, y sin remisión afortunadamente, el Hospital ha ido incrementando su actividad asistencial y docente pero las infraestructuras siguen siendo las mismas de entonces. El único cambio es que ahora hay gorrillas, cada día más, que no dejan de cobrar por vigilar los vehículos.

Esto es una prueba más de la falta de previsión y dejadez de las autoridades competentes. El Hospital, por circunstancias que no vienen al caso, se construyó lejos del mundanal ruido aprovechando unas instalaciones obsoletas donde antiguamente se internaba y aislaba a los pacientes afectados de tuberculosis. Actualmente atiende un área muy dispersa de poblaciones que obliga a sus usuarios, personal y alumnos de medicina a desplazarse, la mayoría de las veces, en vehículos privados pues tampoco se ha dotado, en estos años, de transportes públicos suficientes. Ahora, cuando la situación es ya insostenible se pretende parchear una vez más. Las condiciones actuales son tercermundistas y hay que solucionarlas.