Kosovo, un problema a resolver sin humillaciones
El futuro de Kosovo, la provincia serbia de mayoría albanesa, también fue uno de los asuntos destacados que abordaron Putin y Sarkozy. Durante la reunión de ambos mandatarios, el presidente francés abogó por cooperar con Moscú en la solución del problema kosovar y dio a entender que defenderá una solución consensuada con el Kremlin.
Actualizado:«Considero que Europa debe seguir unida y confiamos en la cooperación con Rusia. Es un asunto de Europa y intentamos resolver el problema de modo que no humille a nadie», indicó el inquilino del Elíseo.
Rusia mantiene una rotunda postura de rechazo a la independencia tutelada de la provincia albanesa, tal y como defiende Occidente, e insiste en preservar la integridad territorial de Serbia. El embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, abundó en la necesidad de que el estatuto futuro de Kosovo provenga de la negociación. «Cualquier escenario hipotético de proclamaciones unilaterales de independencia no conducirán a nada. No habrá estabilidad en Kosovo, ni en la región, ni a nivel internacional», subrayó el diplomático ruso.