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Para que el sol no te ciegue
Tres generaciones han pasado por La Joyita, la primera tienda de España en vender sólo y exclusivamente gafas de sol
Actualizado: GuardarEs una pequeña tienda situada en la calle Lancería, concretamente en el bajo de los números cuatro y seis. Antonio Rodríguez Cabral pertenece a la tercera generación de comerciantes que han regentado la tienda. «Comenzó mi abuelo en la calle Doña Blanca, y después continuó mi padre al lado de donde estamos ahora. Cuando mi padre dejó la tienda la cogí yo y aquí seguimos», comenta Rodríguez, que durante toda su vida ha estado tras el mostrador de La Joyita, llevando el negocio.
Don Ladislao Rodríguez fue el fundador de la marca. Entonces era una joyería, probablemente una de las primeras en establecerse en Jerez. Posteriormente, su hijo Emilio, quien era óptico, transformó la tienda en un lugar de gafas graduadas. Así estuvo muchos años, hasta llegar Antonio que definitivamente le dio un giro para convertirla en lo que hoy en día es: una tienda de gafas de sol. «Fuimos los primeros en dar el paso adelante y presentar una tienda de gafas de sol exclusivamente -comenta el actual propietario-. Yo ya no podía seguir con las gafas graduadas, y como quería seguir en el gremio, me atreví a montar la tienda con este tipo de género».
Desde entonces, prácticamente todo Jerez ha pasado por la pequeña tienda para probarse unas gafas y ver qué tal le quedan. Se trata de la tienda que más sol ha apartado de los ojos de los jerezanos. «Se usan mucho. Aunque es cierto que las señoras frecuentan más la tienda, quizá son más propensas a ir con las modas. Los caballeros, cuando encuentran las gafas que les gustan, suelen tardar mucho más en cambiar», comenta Antonio tras el mostrador de cristales. Las monturas, perfectamente colocadas en los expositores, van desde el metal de varios cromados, hasta la clásica pasta de distintos colores. Ahí vemos las negras gafas que pusiera de moda Don Johnson en la serie Miami Vice, o las clásicas del sheriff del condado, sin palillo para colocarlo en la boca. «Sin duda, las tendencias cambian. Después, a cada rostro le viene bien un tipo de gafas. Aunque solemos asesorar porque ya tenemos alguna experiencia, pero si el cliente viene con una idea muy clara se le atiende con lo que busca, porque el libro de los gustos está en blanco», subraya Antonio.
El caso es que el tiempo también acompaña. «Este clima se presta mucho a las gafas de sol. Lo que nos va mal es la lluvia. Cuando cae agua, nadie lleva gafas. Y esto nos perjudica», comenta Antonio Rodríguez con gracia. «Debo decir que no sólo son jerezanos. Tenemos clientes de todas la provincia que vienen a buscar unas gafas, e incluso clientes de Bilbao, Barcelona o Madrid que cada año nos visitan con motivo del Mundial de Motociclismo», afirma.
Castro
Acompañando todos los días en su labor comercial a Antonio Rodríguez, está José Castro. Siempre atento al cliente que entra, Castro, lector habitual de LA VOZ, es también un buen consejero a la hora de escoger la gafa adecuada en el momento oportuno. «Muchas veces entra el cliente y parece que ya lo veo con las gafas idóneas», comenta el bueno de Castro. Un hombre que, aparte de su labor en La Joyita ha sido un emprendedor en mil y un proyectos de solidaridad y asociacionismo vecinal en su querido barrio de San Telmo. Una persona que ya forma parte de esta particular Joyita desde hace años.
La Joyita sigue con su labor de hacernos los días de fuerte sol algo menos molestos. El Astro Rey hace empequeñecer algunos bonitos ojos cuando despliega toda su fuerza. Además, unas gafas de sol, sirven para despistar si se nos han pegado las sábanas un poco, o es un utensilio muy usado por los que quieren pasar desapercibidos. Pongamos por caso un espía en plena misión en una estación de metro. O si apreciamos un amigo charlatán al que queremos dar esquinazo porque se lleva prisa y no se puede parar uno. Nos salvan de más un apuro.