Regalo, Yordigol y pase de ronda

Regalito, Yordigol y a la siguiente ronda, donde espera el fútbol de Primera. Y es que poco más, salvo el sacrificado trabajo defensivo -por primera vez se dejó la portería a cero- se puede salvar del encuentro del Carlos Belmonte. Es cierto que Rondán ha dado un giro en el rumbo de una nave, que ha tenido que sucumbir al fútbol práctico de la categoría.

De cualquier manera, ayer no se jugó mucho mejor que en Balaídos. La diferencia es que en la banda manchega no está Suárez, Canobbio o Jorge. Pero ambos equipos saltaron al prado con un cuadro de crisis contraído en la competición ordinaria. En los manchegos especialmente agudo por todos los temores que provocan tener un solo punto en el casillero cuando ya se han disputado siete partidos. Ni a unos ni a otros les importaba especialmente la Copa, pero a los dos les podía servir como vía de escape para ahogar las penas. Muestra de ello es que el primer cuarto de hora sobró. Porato y Jonathan sólo aparecieron para tocar el cuero con los pies. El guardameta francés era el primero de una alineación, que como ya estaba anunciado, variaría casi en su totalidad. Finalmente sólo Míchel y Vicente Moreno repitieron respecto a los once jugadores que saltaron el pasado domingo en Balaídos. Quizás la presencia del capitán fuera lo más sorprendente, pues muy posiblemente ni tan siquiera el valenciano pensara verse en el equipo titular que saltara al Carlos Belmonte. Junto a él apareció un Zúñiga al que le costó unos minutillos coger el ritmo. De hecho, todavía en el primer cuarto de hora no terminaba de estar entonado, pues tuvo una clara ocasión que mandó a las nubes. Llegaba desde atrás y podía pegarle a puerta o cederla a un Adrián Martín que aparecía solitario por el segunda palo. Erróneamente la mandó a la grada. Mientras que la lista de ocasiones azulinas se engordaba poco a poco, la del Albacete continuaba tan impoluta como su camiseta. Y es que los de Quique Hernández se empeñaron en demostrar porqué sólo han logrado sumar un punto en lo que va de competición. Muy flojos en ataque, nulos en la zona ancha y nerviosos en defensa. El miedo quedó patente en una jugada de chiste: un mal despeje ronda por la zona aérea de la portería del Albacete. Sus dos centrales se pelean por sacar el cuero de la zona de peligro y el balón acaba pegándole en la mano a Mainz. A Teixeira Vitienes no le queda otra que marcar el punto de penalti. Tan rápido como Zúñiga se apoderó del esférico, Miguel Ángel lo desacreditó, pues el encargado de ejecutar el lanzamiento era un Míchel que engaño totalmente a Jonathan.

En la segunda parte, cuando el nivel de crispación en la grada del Carlos Belmonte ya asustaba, el Albacete empujó hasta meter atrás a los azulinos. La estrategia era más que evidente: Rondán quería defender atrás y salir a la contra. Por eso metió más velocidad en el campo introduciendo a Yordi por Míchel y a Francis por Zúñiga. Luque, que sustituyó a Aarón, era el encargado de meter esa quinta marcha. El cordobés asistió para que Yordi no volviera a fallar a su cita con el gol. La bajó con el pecho y la puso junto al palo. Yordigol sentenciaba: a la siguiente ronda.

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