«En el fútbol cada vez hay menos libertad para crear»

Andrés Iniesta (Fuentealbilla, Albacete, 1984) es uno de los futbolistas españoles de moda. Titular indiscutible en el Barcelona de Rijkaard, ahora apunta a la titularidad en la selección después de un camino incierto. Es una de las armas de Luis Aragonés para superar el escollo de Dinamarca el sábado en tierras nórdicas.

-Se ha convertido en el chico para todo.

-Pues sí. Y yo lo entiendo como una ventaja a mi favor porque siempre encuentro un hueco dentro del campo. Estoy en un buen momento. He mejorado en muchas cosas y ahora estoy sacando provecho de ello.

-¿En qué posición se encuentra más cómodo?

-Siempre en el medio del campo y, sobre todo, en la de media punta. Es un puesto de enlace, en el que se participa mucho del juego ofensivo y en el que estás con opciones de hacer gol.

-Ahí lo puede poner Luis ante Dinamarca si se decide a jugar con un solo «nueve».

-El técnico cuenta con varias opciones y esa puede ser una de ellas. Yo ahora mismo no sé nada.

-Firma jugar el sábado mientras no lo pongan de lateral, como ya ocurrió en Anfiled con el Barcelona.

-Aquello fue circunstancial. Fue por necesidades del guión. Frente al Liverpool jugamos en rombo y los interiores estábamos obligados a caer por las bandas porque no contábamos con laterales específicos.

-¿Y cómo fue la experiencia?

-Lo pasé mal. Era una trabajo diferente y no tenía nada que ver con mi faceta más fuerte. Para un jugador de mis características, se disfruta mucho más atacando que defendiendo.

-¿Es de lo que disfruta lo mismo dando un pase de gol que marcando un gol?

-No. Disfruto mucho más haciendo goles. Para un centrocampista, dar un buen pase a un delantero tiene su parte de satisfacción.

-¿Se crece haciendo un «caño» o un regate imposible a un rival?

-No le concedo mucha importancia a esos detalles, pero reconozco que me gusta regatear a los contrarios. Tiene su parte de satisfacción, pero lo importante es el colectivo. Mi juego se basa en la combinación con otros compañeros, pero el desequilibrio en el juego llega con el regate individual.

-Hasta hace poco tiempo, tanto en su club como en la selección, siempre ocupaba un papel secundario y nunca se ha quejado.

-No tengo por qué quejarme. Siempre he intentando sacar provecho de las oportunidades que me han dado. El hecho de no quejarme en público no tendría que haberme llevado al banquillo. No creo que ningún entrenador deje en el banco a un jugador porque no proteste. Y si fuese así, perdería todo mi respeto.

-¿El secreto es su paciencia?

-Y la confianza. Han sido mis puntos fuertes. Soy de los que piensan que se pueden conseguir las cosas siempre que te las propongas y pelees por ellas sin tener luchas internas.

-¿Está siendo duro el camino?

-Sí. No conozco a ningún futbolista que lo haya pasado mal antes de llegar o de consolidarse en la elite.

-¿Nunca pensó en abandonar cuando las cosas iban mal?

-Nunca. Los primeros años, en los que me buscaron una cesión, el míster me ayudó mucho y me demostró toda su confianza.

-Decía que había logrado mejorar su juego.

-Eso es evidente. Las cosas me están saliendo mejor porque estoy más seguro de todo lo que hago. Antes siempre salía al campo condicionado. Tenía que hacerlo bien y esa autopresión sólo me perjudicaba. Y eso que soy bastante tranquilo. Me motivaba igual cuando era titular que si jugaba 20 minutos.

-¿Esa presión tenía algo que ver con fallar tantos goles?

-Por ejemplo. Fue una época difícil. Me angustiaba porque los fallaba y no sabía porqué. Ahora las cosas han cambiado. Los goles me liberaron. Me dieron tranquilidad y serenaron mis ideas.

-¿Le queda algo por perfeccionar?

-Muchas cosas, pues sólo tengo 23 años. En la colocación en el campo, en dar pausa o meter más ritmo al juego. Todos son aspectos que se mejoran jugando partidos.

-¿Disfruta en el campo?

-En la elite es difícil. Hay muchísima presión alrededor del fútbol como para relajarte.

-¿Tanto está cambiando el fútbol?

-El fútbol de los último años ha tendido hacia lo físico y lo táctico. Hay menos libertad para crear. Afortunadamente, todavía hay futbolistas que pueden marcar la diferencia.

-¿El fútbol se está cargando a sus estrellas?

-Es complicado responder con rotundidad. Soy de los que pienso que siempre habrá gente para romper esas estructuras tan estrictas. Ahí está el caso de Leo Messi.

-¿Ve a España con opciones de clasificarse para la Eurocopa?

-Estoy convencido de que estaremos en la fase final si hacemos las cosas bien. Como sabemos y podemos. Hay equipo. Y debemos demostrarlo en el campo.

-Dinamarca no será un rival muy sencillo.

-Aquí demostraron todo su potencial, pero nosotros tenemos armas suficientes para contrarrestar su juego.

-Salir a empatar sería un suicidio.

-Yo no sé qué es salir a empatar un partido. Hay que ir a buscar los tres puntos para encarrilar la clasificación.