Caruana y Bossano, en su último duelo
Gibraltar celebrará elecciones mañana jueves con dos importantes novedades: la de la reforma constitucional que amplía el número de escaños y la horquilla para que algún que otro candidato sorpresa se cuele en la Asamblea Legislativa. Pero lo más notable de todo es que estos comicios yanitos, por primera vez desde 1969, nos traen al fresco a este lado de la Verja. Y que, presumiblemente, se tratará del último duelo político entre Peter Caruana y Joe Bossano.
Actualizado:Hasta ahora y desde que la dictadura de Franco cerró la Verja esperando recobrar la soberanía de la Roca, todas las quinielas españolas apuntaban a la conveniencia o no para los intereses patrios de la postura defendida por los primeros ministros que resultaban electos en el Peñón. Hoy, los españoles están más inquietos por el Euribor que por el blanqueo de dinero en el centro off-shore.
En septiembre, el chief minister Peter Caruana reclamó al gobernador británico Sir Robert Fulton, la disolución del Parlamento. No en balde, las expectativas electorales sonreían a su partido, Gibraltar Social Democrats (GSD), con el que viene derrocando a Joe Bossano desde 1996. El dirigente socialista vuelve a encabezar, por última vez, la coalición de su Gibraltar Socialist Labour Party y el Gibraltar Liberal Party de Joseph García. Gente joven, como Fabian Picardo y Gilbert Licudi están llamando a las puertas del liderazgo izquierdista en el Peñón. Sin embargo, hay encuestas que aseguran que el popular «tío del bigote2 puede dar esta vez el campanazo y la vuelta a la tortilla.
Tras la reforma constitucional y los acuerdos de Córdoba, tampoco parece que las relaciones con España centren el interés de los electores yanitos. Así que los dos grandes partidos prometen bajar los impuestos y reformas diversas, pero a Caruana le puede salir políticamente cara la actuación urbanística en Rosia Bay, que ha llevado a la dimisión del comité de patrimonio y a un serio desgaste con acusaciones de corrupción incluidas. El actual premier gibraltareño ya no lleva en sus listas al ex cura obrero Bernard Linares, pero ha fichado al sindicalista Luis Montiel, lo que tampoco va a salirle gratis en los sufragios. Fracasado su enésimo intento de repescar al carismático abogado Peter Montegriffo, entre los suyos también se habla ya de delfines y las miradas en tal sentido suelen dirigirse hacia Daniel Feetham.
Enfrente, no sólo tiene a Bossano sino a uno de sus antiguos ministros, Keith Azopardi, que encabeza la candidatura del Progresist Democratic Party (PDP). Para completar la baraja, el abogado populista Charles Gómez, fundador del partido New Gibraltar Democracy (NGD) y Richard Martínez, presidente del Grupo de Apoyo a los Padres divorciados (Parental Support Grouup) pretenden entrar en The House of Assembly. Esta cámara pasa de 15 a 17 escaños y además se eliminan otros dos que anteriormente venían siendo designados de oficio, ya que correspondían al secretario técnico y al fiscal general que solían jugar del lado del Gobierno de turno y a los que la nueva ley ha situado en su estricto papel administrativo, sin adherencias políticas.
Las elecciones se celebran con la popa del New Flame hundido, amenazando aún las aguas próximas a Europa Point. Y con Iberia llamando inútilmente a la puerta del ministerio de Asuntos Exteriores para que patrocine los vuelos Gibraltar-Madrid.