OLVIDADOS. Panorámica del bloque 'Q' de la barriada Santo Tomás de Aquino.
Jerez

La 'Q' también existe

Los vecinos de la zona de La Liberación se quejan de las pocas mejoras que se están acometiendo en el barrio tras las fuertes lluvias

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Están prácticamente al final de Jerez, en la antesala de la salida hacía El Portal. Es zona de marisma, y ya se sabe que el agua siempre busca los cauces tradicionales. O es marisma o será que, por otra parte, reciben, además de lo que cae en la misma zona donde habitan, el gran caudal que viene desde la zona alta de la ciudad, allá por donde comienza el viejo barrio de San Miguel.

Se trata de la famosa zona de la Liberación, en el sur de Jerez. Los vecinos de la barriada de las casitas blancas llevan, a raíz de las fuertes lluvias caídas en Jerez el pasado mes de septiembre, viendo en medio de la calle unos grandes desagües a modo de boquetes por los que supuestamente se deberá ir el agua cuando vuelva con intensidad. Las grandes arquetas hechas a modo de socavones son la auténtica novedad del barrio. Los grandes boquetes y la fauna que sale de ellos a cualquier hora del día y de la noche.

A un lado de la barriada, que un año tras otro no se siente liberada de las aguas cuando caen con malos humos, está el último bloque de viviendas de Santo Tomás de Aquino. Un sitio que prácticamente se da ya la mano con los límites de la ciudad por esta zona. Se trata del bloque 'Q'. Rosario Moreno vive allí desde hace cuarenta años. No le duele prendas decir que «es una vergüenza lo que está pasando. Cuando llegaron las lluvias todo se volvió a inundar de nuevo. Llegaron, hicieron esos boquetes y se han ido. Nada más».

No parecen muy contentos los vecinos por los peligros que engendran los grandes socavones. Rosario afirma que «es un nido de ratas. Te puedes imaginar lo que sale de ahí cuando menos te lo esperas. Ratas como conejos. La verdad es que es increíble. Solamente se acuerdan de nosotros cuando amenaza lluvia, que vienen con unos camiones de desatasco e intentan limpiar un poco los desagües. Pero lo cierto es que de momento no sabemos cuándo los van a tapar». Además, subraya que «nunca se acuerdan de que el bloque 'Q' también existe. Y sufrimos también las aguas cuando llegan. Aunque nunca ha llegado a la primera planta del bloque, si se inunda toda la entrada». Por otro lado, también comenta el «peligro que tiene el agua en el bloque porque el cuadro de contadores está a muy poca altura. Ha habido veces en las que hemos visto el nivel de agua a escasos centímetros de los primeros cruces eléctricos».

Bartolomé también asienta mientras escucha a Rosario. Es un hombre mayor que toma un poco el sol en un banco del barrio todas las tardes. Él también vive en el último bloque de Santo Tomás de Aquino. «Yo tengo en casa unos cuantos ladrillos y un saco de yeso por si hay que echar mano de ellos cuando venga el agua para hacer una pequeña presa que impida entrar en mi casa», sostiene. Rosario, por su parte, sigue comentando que «también pagamos contribución e impuestos para que el Ayuntamiento nos tenga tan dejados. Da la sensación de que no existimos».

Los vecinos de La Liberación, cuando sale el parte meteorológico en las noticias de la televisión, están más atentos que de los goles del Real Madrid. La cosa es bastante seria. Y, por extensión, el bloque 'Q', que también existe.