Solitario traslado del Pendón
La alcaldesa, PSA e IU se ausentaron ayer del acto en honor del Patrón, que estuvo poco concurrido a su paso por el centro histórico
Actualizado: GuardarEl día de fiesta en honor al patrón de la ciudad, San Dionisio, empezó a notarse en Jerez al filo del mediodía, ya que no fue hasta entonces cuando los ciudadanos se echaron a la calle.
Eso provocó que, como viene siendo habitual en los últimos años, el tradicional traslado del Pendón de la Ciudad no gozase de demasiado público durante el recorrido desde el Cabildo Antiguo hasta la Catedral, y pasando antes por la plaza de la Asunción, la calle José Luis Díez, la plaza del Arroyo y la calle Cruces.
En todo ese trayecto fueron pocos los que se asomaron a ver pasar la comitiva en la que la edil más joven de la Corporación municipal, Miriam Alconchel, fue la encargada de acompañar el paso del símbolo de la localidad. Y si estuvo algo más concurrido se debió a los muchos autobuses de curiosos turistas que a esa hora ya plagaban la zona.
Al paso del Pendón, los pocos presentes comentaban que este desfile tiene cada vez menos arraigo popular, e incluso hubo algunos que añoraban con cierta nostalgia las protestas que en un tiempo se hizo desde colectivos simpatizantes con el mundo árabe por las connotaciones históricas de esta celebración, que ayer conmemoraba el 743 aniversario de la reincorporación de Jerez al cristianismo.
También hubo ausencias entre los concejales que suelen formar parte de la comitiva, entre ellas la de la alcaldesa de la ciudad, Pilar Sánchez, a la que sus compañeros de partido disculparon por motivos personales -y destacaron que no estaba prevista su asistencia, al contrario que en la entrega de los Premios Ciudad de Jerez-. Otros que tampoco dieron señales de vida fueron los cuatro ediles del PSA que forman parte de la Corporación municipal (Rosario Rodríguez, Juan Román, Raúl Ramírez y Antonio Conde), así como él único de IU (Joaquín del Valle).
A la llegada a la Catedral, el propio obispo de Jerez, Juan del Río, esperaba en el altar para celebrar el tradicional Te Deum, que recordó la necesidad que tiene el ser humano de «signos, símbolos y actos que expresen nuestra identidad y nuestra historia personal y colectiva». También destacó «la amplia contribución cultural y social» de la fe cristiana a Jerez, que abarca desde «el patrimonio artístico hasta la labor docente, asistencial y social que sirve siempre a los más pobres». De esta forma, Del Río agradeció el premio que ayer se entregó a Cáritas.