Argumentos para poder criar el fino

En primer lugar, destacaron que las empresas vinícolas de Sanlúcar tienen una doble adscripción: a la Denominación de Manzanilla (exclusivamente en lo que a Manzanilla se refiere) y a la D.O. Jerez (en lo que a todos los tipos de vinos que esta denominación ampara, entre ellos el fino). «En el Reglamento remitido a la Junta se está expulsando parcialmente a Sanlúcar de esta segunda denominación».

En segundo lugar, que «la crianza de fino en Sanlúcar se remonta a mediados del siglo XIX y existen desde entonces soleras históricas de fino en nuestras bodegas. Si se excluye a Sanlúcar como zona de crianza de fino, sin justificación alguna y en contra a la legalidad, se vulnerarían los derechos históricos adquiridos por las empresas ubicadas en nuestra ciudad».

También recordaron que «anualmente las bodegas de esta ciudad hacen una declaración, controlada por el Consejo, en la que determinan cuales son las existencias de fino y de manzanilla, estando identificadas las soleras correspondientes a cada uno de estos vinos».

Además, concluyeron que «en ningún caso la manzanilla necesita ser blindada. La Denominación de Origen está perfectamente reconocida por la legislación española y comunitaria, en virtud del reconocimiento de la singularidad de su crianza en nuestra ciudad. Nadie en su sano juicio puede pensar que para reconocer la singularidad de crianza de la manzanilla, se deba abandonar la del fino».

Estas empresas reiteraron los efectos perjudiciales que, a su juicio, el proyecto supondría para la ciudad al implicar «el abandono de espacios bodegueros que tendrían que trasladarse a otras localidades del Marco de Jerez. Esto conllevaría una disminución del empleo y de riqueza».

Por último, las empresas reunidas expresaron su apoyo y agradecimiento a la alcaldesa de Sanlúcar, Irene García, que «con valentía y seguridad está defendiendo los intereses de nuestra ciudad», y la animaron a seguir haciéndolo ante la Junta.