DAÑOS. El artefacto colocado bajo el vehículo no llegó a estallar, pero sí originó un espectacular incendio que calcinó el turismo.
ESPAÑA

'Gabi' volverá a casa

El escolta atacado por ETA salvó su vida en vísperas de marcharse a Zaragoza, donde había encontrado otro trabajo

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EL atentado que ayer sufrió Gabriel Ginés le cambió el humor, como no podía ser de otra forma. A quienes le preguntaban cómo se encontraba tras salvar su vida de milagro les confesó sentirse «muy cabreado». Y es que 'Gabi', como le llaman sus allegados, es una persona que destila alegría y «buen rollo», según explicaron quienes le conocen. Tras el susto inicial, varios de los que han sido sus protegidos a lo largo de su carrera profesional trataron ayer de ponerse en contacto con él para transmitirle mucho ánimo.

Nacido el 1 de abril de 1971 en Zaragoza, 'Gabi', huérfano de padre, se encuentra muy unido a su madre, y éste es el principal motivo por el que había decidido dejar su trabajo de escolta en el País Vasco y regresar a su ciudad natal, donde había encontrado otro puesto con motivo de la Expo del agua en 2008. Una circunstancia que le hacía sentirse «encantado». Su marcha era tan inminente que su progenitora se encontraba ayer en el domicilio de su hijo en el barrio La Peña de Bilbao, precisamente, para ayudarle en las tareas de mudanza. Allí se llevó el susto de su vida.

Nada más producirse la explosión, Ginés, que salió despedido envuelto en una bola de fuego, cogió el móvil y telefoneó a su compañero de trabajo en el servicio de escolta de un concejal del PSE para decirle que había sufrido un atentado y que había salido con vida, y a su madre para tratar de tranquilizarla. Ella, junto a otros familiares y compañeros, permanecieron horas en la sala de visitas del hospital de Cruces, donde fue trasladado para que le trataran de sus quemaduras de segundo grado, a la espera de poder verle.

Guardar su espalda

Ginés fue consciente desde el principio que había sido blanco de un atentado y no dudó un segundo en interpretar la situación. Las primeras personas con las que habló escucharon de su boca: «Me han puesto una bomba».

Algunos escoltados para los que trabajó destacaron la profesionalidad que caracteriza a Gabriel, por lo que atribuyeron que no descubriese el artefacto a encontrarse fuera de servicio. «Al ir sólo y, quizás con prisa, no ha calibrado su propia protección», apuntaron. Su actual protegido, el concejal del PSE en el Ayuntamiento de Galdakao Juan Carlos Domingo, se encontraba de vacaciones en Valencia y precipitó su regreso al enterarse de lo sucedido.

Habitualmente, según explicaron otros escoltados, cuando éstos salen del País Vasco, los empleados de seguridad no trabajan y aprovechan para coger días libres, siempre y cuando su compañía no les requiera para otro servicio.

En la actualidad, Gabriel Ginés desempeña su labor en la empresa privada de seguridad Seguriber, después de que hace años cambiara de compañía. De complexión atlética, «se suele cuidar» y, de vez en cuando, «va al gimnasio», relataron conocidos suyos.

Las mismas fuentes explicaron que 'Gabi' es un auténtico «obseso» de la tecnología y, fundamentalmente, de la informática aplicada a los móviles. Su principal afición. «El primer libro que he leído en un móvil fue en el suyo», afirmó un antiguo concejal al que guardó su espalda.

Calidad humana

Este mismo 'vip', argot con el que se conoce a los escoltados, definió a 'Gabi' como una persona de «una calidad humana extraordinaria», con la que mantiene contacto años después de trabajar con él.Otros escoltas se refirieron a Ginés, a quien también llaman 'el maño', como alguien «muy comunicativo» y «extrovertido», de trato «muy cordial» en las largas horas de espera que habitualmente tienen que sobrellevar en el desempeño de su labor.

Sin que se le conociera de forma pública adscripción política alguna, el presidente del PP, Mariano Rajoy, desveló ayer mismo que está afiliado a su partido. Su militancia, sin embargo, siempre ha pasado desapercibida y nunca se ha significado políticamente. La sala de espera del hospital de Cruces se convirtió en un centro de reunión de escoltas fuera de servicio que quisieron acercarse para mostrar su respaldo a un compañero. La filiación del resto de políticos estaba repartida entre representantes socialistas -partido del concejal al que protege- y populares -formación en la que milita-. Todos ellos coincidían en hablar de 'Gabi' como una persona «entrañable».