![](/cadiz/prensa/noticias/200710/10/fotos/045D2CA-DEP-P1_1.jpg)
«En Jerez hace falta una escuela municipal de tenis de mesa»
Luis Caballero, que ha pasado 40 años en Francia por motivos laborales, reconoce que en el país galo hay más tradición por este deporte
Actualizado: Guardar-Cuarenta años en Francia y no se le ha pegado el acento francés. ¿Cómo fue irse al extranjero?
-Por motivos laborales a los 19 años. Me volví cumplidos los sesenta.
-Y supongo que ahí practicaría su gran afición, ¿verdad?
-Sí. Me busqué un equipo que competía en categoría regional para jugar, ya que me encanta el tenis de mesa.
-¿Y qué tal el nivel de tenis de mesa en el país vecino?
-Es superior al español, ahí atrae más este deporte que aquí. Por eso, cuando regresé a Jerez, creí que había que fomentarlo más.
-Y por eso recaló en el Nazaret...
-Exacto. Fui al club, me puse en contacto con Manolo Valerio -jugador del equipo- y pregunté si era posible que me pudiera incorporar como entrenador. Me abrieron todas las puertas.
-Ya me ha dicho que en Francia hay más nivel que en España en cuanto a tenis de mesa, pero ¿y en Andalucía, y en Jerez?
-En Andalucía tenemos al mejor equipo, el Caja Granada, en donde juega el conocido Juanito, jugador con el que tuve la suerte de jugar en un torneo en Medina.
En cuanto a Jerez, no es que haya mucha afición, pero los jugadores que hay si que tienen buen nivel, como Manolo Valerio o Jesús Martín, por citar solo a dos. Lo que pasa es que aquí falta que el Ayuntamiento cree una escuela municipal, porque los clubes en nuestra ciudad están muy limitados para que puedan tener cantera. Afortunadamente, el Nazaret si puede presumir de tener a dos equipos en Super División Andaluza.
-¿Qué es lo más importante a la hora de encarar un partido de tenis de mesa?
-La concentración, sin dudas. También es muy importante saber cómo compite el rival para luego poder aprovechar sus puntos débiles.
-¿Y qué tiene el tenis de mesa que no tenga otro deporte?
-Yo diría que la posibilidad de poder jugar con cualquier edad. Yo conozco personas con ochenta años que siguen practicándolo.