'CAZADA'. Imagen de la final de los 100 metros en los Juegos de Sidney. / EFE
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Oro falso, oro sospechoso

La medalla de oro de los 100 metros que ganó Marion Jones en Sidney pasa a manos de Ekaterini Thanou, otra atleta permanentemente asociada al dopaje

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La destrucción del mito Jones, quien en la madrugada (española) de ayer entregó al Comité Olímpico de Estados Unidos las cinco medallas que ganó en los Juegos de Sidney, va a tener consecuencias imprevisibles. Cómo que el oro que de forma tramposa ganó en los 100 metros pase al pecho de la griega Ekaterini Thanou, segunda en aquella carrera, otro de los grandes nombres del atletismo permanentemente asociado al dopaje y co-protagonista junto a su compatriota y compañero de entrenamientos Kostas Kenteris de uno de los mayores escándalo habidos en la historia del olimpismo.

Kenteris y Thanou llevaban mucho tiempo en el ojo de la sospecha de las autoridades médico-deportivas internacionales. Su terquedad en competir únicamente en Grecia pese a que eran dos atletas cotizados por sus buenos resultados en las competiciones oficiales, levantaban todo tipo de recelo. El cerco sobre ellos comenzó a cerrarse en 2004, pero se escaparon a los tres controles por sorpresa que intentaron hacerles los médicos de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) en distintas partes del mundo.

Ya fue sancionada

Al cabo de un largo proceso judicial los dos admitieron haber violado el reglamento de dopaje y fueron sancionados con dos años de suspensión, que ya han cumplido. Thanou tuvo una tímida aparición en la temporada en pista y de Kenteris nunca más se ha sabido.

Esta misma Ekaterini Thanou, defenestrada, humillada y olvidada desde 2004, se va a convertir si nadie lo remedia en la nueva campeona olímpica de los 100 metros con efectos retroactivos. Las leyes que ella ha violado permanentemente son ahora las que le favorecen. Su abogado, Michalis Dimitrakopoulos, ya ha avisado de sus intenciones: «Una vez que Marion Jones ha reconocido su culpabilidad, el título debe ser de Thanou».

Argumentos jurídicos a favor

En efecto, el COI no tiene ningún argumento jurídico para negar esa medalla de oro a la velocista griega, quien aparentemente no había cometido ninguna infracción demostrada en la época de los Juegos de Sidney (2000). Sin embargo, moralmente, la sensación que se tiene ya es otra porque Thanou demostró ser otra tramposa durante la confección de su dossier tras el folletín protagonizado cuatro años más tarde y en su propio país.

El reconocimiento de culpa por parte de Marion Jones modifica tres podios de aquellos Juegos: los de 100 y 200 metros (ganó el oro) y longitud (bronce). En los 100, Thanou, segunda, pasa a ser primera; Lawrence (Jam.), tercera, es segunda; y Ottey (Jam.), cuarta, será tercera, por lo que incrementa su fama de «Dama de Bronce» y consigue así su sexta medalla olímpica. En los 200 metros, el podio será para Davis (Bah.), Jayasinghe (SRI) y McDonald (Jam.); y el bronce en longitud pasa para la rusa Kotova.

Siempre quedará la duda de lo que deban hacer las autoridades deportivas con las medallas de Jones en los relevos (oro en 4x400 y bronce en 4x100). Peter Ueberroth, presidente del Comité Olímpico de Estados Unidos, es partidario de que todas las atletas que compitieron con Jones devolviesen sus medallas. Sin embargo, existe un precedente jurídico que no acompaña esta tesis.