
El facsímil de 'Realidad', fundada por Francisco Ayala ve la luz en seis volúmenes
La revista, «faro de su época», regresa con motivo del centenario del autor granadino
Actualizado: GuardarLos 18 números de la revista Realidad, fundada por el escritor Francisco Ayala en enero 1947 y desaparecida dos años después, en diciembre de 1949, acaba de ver la luz en una edición facsímil. «Fue uno de los faros de la época», afirmó el ministro de Cultura, César Antonio Molina, durante un acto en el que también estuvieron presentes el escritor Francisco Ayala (alma máter de la publicación), el poeta Luis García Montero y el director del ABC Cultural, Fernando Rodríguez Lafuente. La revista se editó en Buenos Aires e incluía las firmas más prestigiosas del momento, como Jorge Luis Borges, Juan Ramón Jiménez, Julio Cortázar, Américo Castro, Bertrand Russell, Ernesto Sábato, Jean-Paul Sartre y buena parte de los poetas de la Generación del 27. «Las publicaciones de entonces no estaban respaldadas por grandes proyectos editoriales; eran productos que se les ocurría a una persona y que al contar con escaso apoyo económico no duraban mucho», dijo el ministro.
Este no fue el caso de Realidad. Ayala, quien con suma gracia dijo que a sus 101 años se había convertido en «un facsímil» de sí mismo, explicó que la revista ofreció una tribuna a la voz de los exiliados al tiempo que entablaba lazos con la España del interior. «Decidí acabar con ella porque llegó el peronismo a Argentina y era un régimen político que no me gustaba; la maté voluntariamente; me fui a Puerto Rico y aquello se terminó».
Sesenta años después de su lanzamiento, el público que se acerque a sus páginas «encontrará artículos y ensayos de la máxima actualidad y que no han perdido vigencia a pesar del paso del tiempo», señaló Luis García Montero. Presentados en un estuche, los seis volúmenes han sido editados por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC) y la editorial Renacimiento.
A modo de premonición, Francisco Ayala escribía en el primer número de Realidad: «Nuestra cultura -la vieja e ilustre cultura de Occidente- ha llegado hoy a una situación excepcional. Por una parte atraviesa una formidable crisis; por la otra se halla en la obligación de proporcionar al mundo entero un programa completo de vida y de pensamiento, porque el proceso de unificación mundial se ha acelerado prodigiosamente en los últimos años».