El Seprona retira partidas de plaguicidas prohibidos por ser tóxicos para el hombre
Una campaña a nivel nacional para controlar qué tipo de plaguicidas se utilizan en la agricultura ha puesto en evidencia cómo en la provincia de Cádiz aún persiste la comercialización de productos prohibidos por su alta toxicidad. Hay sustancias intervenidas por el Seprona como el lindano, cuya distribución y uso en España no es legal desde el año 2002, y que a largo plazo puede generar en el humano, tras un consumo en pequeñas cantidades, afecciones renales, hepáticas... Incluso hay estudios que apuntan a posibles efectos cancerígenos en el consumidor.
Actualizado:El Seprona ha realizado, desde el mes de mayo hasta septiembre, 186 inspecciones en empresas, almacenes y distribuidores de plaguicidas; al igual que explotaciones agrarias, la mayoría de ellas ubicadas en municipios de la Sierra.
A lo largo de estos meses de trabajo, los agentes han detectado hasta 115 infracciones administrativas y ha imputado a un total de 26 personas. Bien es cierto que el motivo más común de las denuncias tramitadas es por la comercialización de productos sin autorización. Así, de los 26 imputados, 19 de ellos lo son por intrusismo. Pero hay otros nueve a los que se les acusa de comercializar con plaguicidas que suponen una infracción contra la salud pública.
El Seprona ha requisado un total de 7.403 kilos y 2.788 litros de pesticidas, entre los que hay partidas de productos que contienen sustancias como el benomilo o el lindano, que las autoridades sanitarias españolas ordenaron su retirada hace años.
En las explotaciones agrarias inspeccionadas, los agentes han tomado muestras de diversos cultivos como fresa, remolacha, girasol, vid o trigo para analizar en qué nivel están presentes estos pesticidas prohibidos. En aquellos que no se han detectado, en la primera inspección, el uso de productos nocivos, el Seprona verificará si los procedimientos para aplicar sustancias que combaten plagas son los correctos.
El uso de sustancias como el lindano persiste, según fuentes del Instituto Armado, por su eficacia para erradicar enfermedades de los cultivos. Pero sus efectos son devastadores en el suelo. Tanto es así que investigadores del CSIC han trabajado en el desarrollo de una tecnología para combatir la degradación del lindano en suelos contaminados.
Pero además de los efectos nocivos en el medio ambiente, también hay estudios que apuntan a las consecuencias que tiene para el humano que consume los productos tratados con estas sustancias.
En enero de 2007, un equipo del Hospital Universitario San Cecilio, en Granada, daba a conocer los primeros resultados de una investigación basada en el análisis de 150 placentas de mujeres que habían dado a luz en Andalucía. Los investigadores hallaron en cada placenta restos de ocho tipo de pesticidas, entre ellos el lindano que estaba presente en el 75% de las muestras. Además, relacionaron algunos efectos directos en la gestación como un menor peso de los bebés.
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