Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Ciudadanos

«Animo a los padres a que no pierdan la esperanza»

Guillermina López cuenta cómo ha logrado sacar adelante a su hijo Vicente, diagnosticado de esquizofrenia desde los 18 años

Actualizado:

Un esquizofrénico es una persona enferma, a la que hay que escuchar y «tratar con cariño». Esta es la conclusión a la que ha llegado Guillermina López Salguero después de 40 años cuidando de su hijo Vicente, al que le fue diagnosticada la patología cuando tenía sólo 18.

En su caso, el aislamiento y la falta total de apetito fueron los primeros síntomas de la enfermedad. Vicente se pasaba días sin querer comer, no hablaba y se orinaba sin darse cuenta. Guillermina empezó a visitar médicos de su ciudad, El Puerto, y de fuera de la provincia, hasta que consiguió que le dijeran cuál era su problema. «Lo pasé muy mal, muy mal», reconoce la madre. Hasta que le pusieron un tratamiento y lo llevaron por primera vez a un centro ocupacional, donde realizaba trabajos manuales y se relacionaba con otras personas.

Aprender a escuchar

Sin embargo, uno de los aspectos más difíciles para los familiares consiste en aprender a convivir con el enfermo. «Su padre y yo hemos tenido reuniones para educarnos y saber cómo tratarlo», recuerda Guillermina. «La verdad es que hemos sufrido mucho, yo he derramado muchas lágrimas», dice.

Con el paso del tiempo, han aprendido a escucharlo y comprender lo que le pasa. Y hoy en día, después de un largo proceso de adaptación en el que Vicente ha hecho grandes avances, todos a su lado han logrado recuperar la confianza en el futuro. «Animo a los padres a que ayuden a sus hijos y no pierdan la esperanza, que es una enfermedad como otra cualquiera», recalca.

Guillermina lanza también un mensaje a la sociedad, «para que sea consciente de que no son bichos raros, tienen una enfermedad pero son personas normales como otra cualquiera».