Misión: salvar a Sir Wine
Expertos del Centro de Recuperación de Especies Amenazas (CREA) de El Puerto usan una terapia pionera en España, basada en la acupuntura, para curar de cojera a un alimoche
Actualizado: GuardarSir Wine está tranquilo en el voladero. Se ha recuperado perfectamente de la intervención y se mueve firme, a paso militar, como si los 24 años que tiene en cada ala hubieran pasado en balde. Esquiva el movimiento humano, incluso en instantes parece que va a echar a volar pero, seducido por la cámara como un perfecto modelo del National Geographic, permanece quieto y posa ante el fotógrafo que retrata su recuperación.
No lo sabe pero estos días, esta especie de buitre- llamada alimoche- ha sido objeto de una intervención médica pionera sobre especies silvestres. Una avanzada terapia que, curiosamente, se ha basado en técnicas de acupuntura. El tratamiento sólo se había efectuado sobre perros y caballos, o en gallinas en fase de experimentación y estudio, pero nunca en animales salvajes.
Peligro de extinción
Esta novedosa intervención la han desarrollado expertos del Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) de El Puerto con la ayuda de una especialista en este tipo de actuaciones. El tratamiento sobre este alimoche ha sido clave por dos motivos: el primero, porque se trata de una especie en peligro crítico de extinción, y además, porque Sir Wine es el único macho al que se ha observado copular en cautividad en el centro de cría de aves de Guadalentín, en la Sierra de Cazorla (Jaén), en donde forma parte del Programa de Conservación del Alimoche.
Según cuenta la responsable del CREA, Marina Ortega, el ave llegó al centro de El Puerto cuando en Guadalentín detectaron que no apoyaba la pata derecha al caminar y que, además, la mantenía estirada hacia atrás. Algo que le impedía copular. Ante los síntomas que presentaba, sus responsables decidieron trasladarlo al CREA de Granada. Allí, se le hicieron las radiografías y las exploraciones habituales, y también se le suministraron antinflamatorios y tratamientos de medicina tradicional que no dieron resultados. Sir Wine no mostraba ninguna mejoría.
En esta situación y por el bien del animal, los técnicos del centro plantearon la opción de utilizar otros métodos alternativos y de nueva aplicación en la fauna salvaje. Así, el siguiente paso fue trasladarlo al centro de El Puerto, donde se le ha aplicado el tratamiento combinado de acupuntura y homeopatía.
A su llegada a El Puerto, la experta en estas intervenciones junto al equipo del CREA exploraron y estudiaron detenidamente al animal. Después se le preparó para la intervención: un total de cuatro sesiones de acupuntura de entre 5 y 10 minutos de duración y con intervalos de cuatro días cada una. Ese fue el protocolo que se siguió y el que sirvió para que finalmente el rapaz pudiera andar y moverse con total normalidad. Durante el tratamiento, el alimoche estuvo alimentado con ratas, hígado, ratones y huevos.
La técnica, como explica el veterinario del centro, Juan Carlos Capuz, se basó en una variación de la acupuntura con homeopatía. «Por medio del fármaco se ejerce la presión que harían las agujas y se inocula un producto en el animal en cuatro sitios determinados, llamados meridianos». La homeopatía se utilizó para quitarle el estrés al animal, normal en cualquier intervención o movimiento ajeno a su medio natural.
Silencio, se opera
Además, como la operación se hizo sin ningún tipo de anestesia, el equipo veterinario tapó la cabeza de Sir Wine con una caperuza, para evitarle el denominado estrés visual, y, trabajaron siempre de forma silenciosa ya que el ruido es otro de las molestias que podían dañar al ave. Ahora, el alimoche, perfectamente recuperado, espera en el voladero del CREA de El Puerto para ser trasladado al centro de Jaén donde entrará de nuevo en el programa de reproducción de su especie. «Esta no es una técnica que excluya a las demás. Podemos usarla como complemento a otras terapias tradicionales», afirman los veterinarios del centro portuense sobre la posibilidad de seguir utilizando el exitoso tratamiento en otras especies que se recuperan en el CREA.
La de este alimoche es una historia con final feliz como otras muchas que tienen lugar en el Centro de las Dunas de San Antón. Algo así como un hospital de animales salvajes que, heridos o enfermos, no son capaces de adaptarse de nuevo al medio, o al programa de cría en cautividad al que pertenecen.
Además de alimoches, frecuentan el CREA de El Puerto otras aves como búhos reales, cernícalos, mochuelos, cárabos, buitres leonados, espátulas... , aunque también se recuperan a reptiles como camaleones, tortugas o galápagos, e incluso a mamíferos y anfibios. Éstos últimos en menor medida. Todos ellos son atendidos, en muchas ocasiones, gracias a la colaboración ciudadana, a gente que está concienciada con el peligro que corren las especies. Además, el CREA atiende los avisos de la policía y del 112.
El CREA no para
La actividad en el Centro de Recuperación de Especies no cesa. Andalucía es una de las regiones europeas de mayor riqueza en biodiversidad. Se estima que existen 420 especies de vertebrados en la región, de las que 120 están catalogadas como amenazadas.
La desaparición de hábitats a consecuencia del amenazante aumento de la presión urbanística es el principal peligro para estos animales; pero también la caza, la falta de alimento, los cables de alta tensión...
La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía cuenta con un CREA en cada provincia, que funcionan en red.
El de Dunas de San Antón lleva 21 años atendiendo y recuperando especies vertebradas protegidas, especialmente las que están amenazadas. Allí se acoge a aquellas que, ya sea por accidente o enfermedad, no son capaces de realizar sus funciones vitales en el medio natural. Entonces, se les diagnostica para posteriormente tratarlos y rehabilitarlos. También cuentan con un centro de apoyo en Algeciras por ser una zona de paso de migración de aves muy importante. En todos estos centros, las mismas intenciones, el mismo respeto al medio, y la eterna lucha para que el patrimonio natural que aún vive jamás se pierda.
malmagro@lavozdigital.es