El ladrillo aplasta al camaleón
«La presión urbanística es una de las mayores amenazas a la que se enfrentan hoy la fauna salvaje en el medio», comenta el veterinario del CRAE, Juan Carlos Camuz. La demoledora ley del ladrillo no da tregua al hábitat de estos animales. Es el caso de los camaleones: una especie que ha pasado de ser habitual por retamares y dunas de El Puerto y otros parajes de la Bahía a ser víctimas de esta fiebre inmobiliaria.
Actualizado:«Ahora la gente nos llama en cuanto ve a uno en su casa. Y no es que el animal se haya metido en su propiedad, sino que han sido los humanos los que han entrado en su hábitat», opina la responsable del Centro, Marina Ortega. A pesar de que en el CREA acogen y dan todos los mimos al réptil, los expertos intentan siempre que el animal no sufra estrés ante la presencia humana. Por eso, aconsejan que se le mueva lo menos posible, y que se intente colocar en los árboles, dunas o retamares más cercanos al lugar del hallazgo donde, además, es posible que haya anidado y pueda continuar luchando por la vida.