Vergüenza
Actualizado:so es lo que siento, ¿mucha vergüenza!, mezclada con muchísima pena. Vergüenza ajena, claro está, pues los únicos que no tenemos culpa ninguna somos los cadistas de a pie. Esos que pagan a duras penas los plazos del carnet. La vergüenza que deben sentir todos esos señores que se pasean por el Carranza y por Cádiz como los mejores ciudadanos y los salvadores del cadismo y que sólo son unos... Vergüenza, pues si son capaces de hacer esto con una entidad como el Cádiz, sabiendo que tarde o temprano iba a salir a la luz, qué no harán en sus empresas. Vergüenza de esos aduladores que los acompañaban en el palco, pues son parte del engaño. No sé quien lleva razón, pero me avergüenzo de los dos. Si es verdad lo de la deuda, me avergüenzo de Muñoz y sus secuaces por utilizarnos para su beneficio durante tantos años mientras se daban golpes de cadismo en el pecho. Él y su gente, pues es seguro que todos lo sabían si era cierto. Y si es mentira, con qué cara Baldasano va a demostrarnos que su marcha no es por otras causas. Dicen que todo esto es por la trayectoria del equipo. Pues bueno, me alegro. Porque claro, sólo hubiera sido tapar la trampa, alargar el engaño. O en el peor de los casos, utilizar los buenos resultados para recuperar más dinero del invertido y hacer el boquete mucho mayor. En cualquier caso, ¿una vergüenza! No sé cómo tendrán algunos la vergüenza de pasear por Cádiz, cuando no merecen ni ser tratados de usted. Pero la sensación de vergüenza es superada por la de pena. La pena por esta afición que se ha entregado pensando que todo el que coge esta empresa es porque le tiene un cariño especial. ¿Qué ilusos!, ¿todo mentira! Estos... señores sólo buscan lo que buscan y para conseguirlo les da igual pisotear a personas, sentimientos o lo que haga falta. Por eso son ricos y nosotros pobres. Lo siento, compañeros, esto es lo que hay. ¿Que se vayan todos!