VIAJEROS AL TREN. El tren temático aglutina a muchos turistas que se acercan a la ciudad a disfrutar de sus calles.
Jerez

¡Me encanta Jerez!

Jerez no cesa de recibir turistas que llegan con el propósito de apreciar y conocer sus esencias y disfrutar de su clima

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Agnes y Eliza son dos chicas que planearon desde su Alemania natal, hace más de dos meses, un viaje al sur de España. Visto desde el mapa la cosa parecía otra muy distinta a la que se encontraron una vez puesto el primer pie en la estación de trenes. «Esperaba ver a las mujeres vestidas con trajes de flamenco, pero la realidad ha sido otra muy distinta. Jerez es precioso, y tiene un cierto toque a ciudad añeja que me encanta. Nos encanta Jerez y, sobre todo, nos encanta visitar monumentos, porque nos interesa mucho el arte», cuenta Agnes tras unas oscuras gafas de sol.

Ahora disfrutan de esa ciudad que desde el mapa parecía tan lejana y que daba la impresión de que estaba arrinconada en el borde sur de Europa. Lo hacen como Dios les da a entender. Desde pequeñas incursiones sin la ayuda de nadie, hasta en un pequeño tren que desde hace unas semanas transita por la ciudad por rutas alternativas. Son dos turistas pertenecientes a la legión que durante el año pasean por la ciudad y sus excelencias.

Generalmente, el turista extranjero ya tiene una leve idea de Jerez. Nuestros vinos han sido excelentes embajadores. Bajo una piel blanquecina y un tanto irritada por la acción de ese sol que se mezcla entre veranillos y membrillos, observan las fachadas de las iglesias, pasean por las calles más estrechas y se refrescan con cualquier fuente que vean salpicar agua. Agnes y Eliza no dudan en declarar la guerra a las horas de mayor temperatura, mientras muchos jerezanos sestean tras el almuerzo de las tres de la tarde.

«Nos ha impresionado mucho el pórtico de la iglesia de San Miguel. Una maravilla escondida en una pequeña placita», comentan mientras sonríen. Están a punto de tomar una de las rutas que ofrece el trenecillo. Dicen que van a hacer un «paseo monumental», que al parecer es una de las rutas del pequeño tren que está ahora aparcado en la plaza del Arenal.

El patrón

Pero Agne y Eliza, al igual que un grupo de turistas suizos y alemanes que han sacado billete para el tren, saben que la ciudad celebra la fiesta del patrón San Dionisio. Se sienten ilusionados por vivir junto con todo Jerez una efeméride que tampoco tiene gran trascendencia, si tenemos en cuenta que acabamos de terminar con las Fiestas de Otoño. «Será muy emocionante», sonríe Eliza, que también intercambia en un vagón del tren algunas impresiones con un matrimonio suizo. Cuentan que «todavía nos queda visitar alguna bodega jerezana». Será uno de los grandes momentos.

El tren está a punto de salir. Ha sonado una campana que lo anuncia. No hay un escape de vapor que salga de ningún bajo del tren y que pueda asustar a unas piernas bonitas. Pero están encantados. Unidos por una misma pasión que les hace pensar que les encanta Jerez.

Pues nada, que disfruten de su estancia.