La Comisaría pedirá refuerzos a Sevilla para erradicar el tráfico de drogas en José Antonio
La barriada de José Antonio vuelve a contar con vigilancia durante las 24 horas del día. Así lo confirmó ayer a este medio el comisario, José Montes, quien explicó que habían tomado esta medida tras comprobar que se había producido un nuevo aumento considerable del tráfico de drogas al por menor
EL PUERTO Actualizado: GuardarLa barriada de José Antonio vuelve a contar con vigilancia durante las 24 horas del día. Así lo confirmó ayer a este medio el comisario, José Montes, quien explicó que habían tomado esta medida tras comprobar que se había producido un nuevo aumento considerable del tráfico de drogas al por menor. Una de las evidencias más claras es que se ha detectado más presencia de consumidores por una zona tradicionalmente castigada por esta lacra.
Pero la vigilancia permanente no es la única media. José Montes anunció que pedirá refuerzos a Sevilla para realizar «una actuación a fondo» con la que esperan dejar la zona prácticamente limpia de delincuencia y toxicómanos. Además, este operativo especial se realizará también en la barriada de Los Milagros para evitar que los traficantes de droga se trasladen a ese barrio en busca de más tranquilidad.
Con estas medidas, el responsable de la Comisaría portuense espera devolver la tranquilidad al barrio para que los vecinos puedan caminar por José Antonio sin miedo. Algo que para la mayoría ya ha quedado en el olvido.
No obstante, el comisario recalca que los controles en la barriada no se han abandonado en ningún momento. De hecho, desde enero de 2007, los agentes de la Policía Nacional han efectuado 700 controles de vehículos, 6.000 identificaciones de personas (lo que arrojaría una media de 22 por días) y 40 detenciones sólo en la barriada José Antonio.
Hay que recordar que cuando José Montes tomó las riendas de la Comisaría a principios de año decidió intensificar la vigilancia en el barrio; algo que los vecinos agradecieron enormemente, asegurando, según palabras textuales de una de las vecinas, que habían pasado «del infierno al paraíso».
Pero pasados unos meses, la presencia policial volvió a ser intermitente y los delincuentes de nuevo tomaron la zona como si se tratara de un pedazo de ciudad sin ley. Esta situación de inseguridad se hizo crítica la semana pasada cuando una de las viviendas fue tiroteada con una escopeta de plomillo por un traficante de drogas.