«La diferencia entre niños y adultos es el resultadismo»

-¿Antes de entrenar ya jugaba al fútbol?

-Yo jugaba en algunos equipos de cantera de Sanlúcar de Barrameda, pero ya desde muy pequeño me gustaba esto de entrenar.

-¿Cuánto tiempo lleva entrenando?

-Cuando era pequeño, con unos trece años más o menos, formé un equipo entre mis amigos y los entrenaba. Pero eso era más como aficionado, como federado comencé a los 16 años. Recuerde que empecé llevando el cadete del Atlético Sanluqueño.

-¿Cómo comenzó esta afición a ser entrenador?

-Yo jugaba de portero y la verdad es que tenía dotes de mando. Siempre me gustaba dirigir y me propusieron dirigir a los niños, algo que acepté.

-¿Qué diferencias hay entre entrenar a niños y entrenar a adultos?

-Lo que más cambia es el objetivo, lo que se marca uno al comenzar la temporada. Cuando llevas a adultos los objetivos son más cuantitativos que cualitativos, porque lo que se buscan son los resultado. Y cuando diriges a niños lo que buscas es la formación del futbolista y de la persona.

-¿Ha notado el paso de Preferente a Primera Andaluza?

-Hay más nivel, más infraestructura en cada equipo, hay una organización más seria y, en cuanto al nivel futbolístico, la calidad de los jugadores también ha cambiado y hay un nivel más alto. La verdad es que existe diferencia.

-¿Cómo ha comenzado la Roteña esta temporada?

-Hemos comenzado lo suficientemente bien como para colocarnos en una zona tranquila, sin sufrir apuros y para poder trabajar con tranquilidad.

-¿Con qué entrenador se identifica?

-Pregunta complicada. En verdad no me identifico con ninguno, sólo intento coger lo mejor de cada uno de ellos. Todo entrenador tiene sus cosas buenas e intento quedarme con esas cosas, pero como referencia, no tengo ningún técnico en concreto.