Hablar y vestir
Siempre he dicho que ahora se vive mejor que antes, pero lo que también digo es que ahora se habla y se viste peor. Primero me baso en el habla actual, aunque nunca hemos sido de un castellano perfecto; siempre nos hemos comido algunas letras y sobre todo la zeta, que la hemos puesto donde nos ha dado la gana. Hoy los tacos están a la orden del día, lo mismo en gente demasiado joven que entre mayores. El pisha es normal y eso que yo soy de cai cai. No todo el mundo puede ser de cai porque apañados estaríamos si todo el mundo fuera de aquí; hay pocos pisos y no sé donde nos podríamos meter. Ahora, sobre todo la frasecita aquella que nos han importado de que en «Cádiz hay que mamar» yo creo que eso se hace en todos los sitios mientras que las madres puedan dar el pecho a sus hijos. Pero la frasecita es de lo más hortera que se pueda escuchar. Cádiz es una ciudad donde la cultura ha llegado por el mar y no tiene término municipal apenas, por eso siempre se habló medianamente bien e incluso nunca se nos notó ese dejillo de otras ciudades, sobre todo andaluzas.
Actualizado:En cuanto a las vestimenta también se ha perdido ese bien vestir que se daba en Cádiz. Indiscutiblemente se va más cómodo hoy. Por ejemplo, la corbata se ha ido olvidando como también la chaqueta o el traje. No me digan que esos pantalones que lleva la gente con cuatro o cinco tallas más de la suyas, arrastrando los bajos por el suelo. Algo tiene de bueno y es que algunos van barriendo las calles. No me digan que van asi porque estas prendas son más baratas, todo lo contrario, algunos pantalones o esos zapatones, como casi todos, son de marca y valen más caros que los demás. Lo único que sale más barato es la camiseta amarilla del Cádiz. Muchos se las ponen el domingo del partido y ya no se la quitan en toda la semana.