EXPULSADO. La tarjeta roja a Suárez en la primeros mitad marcó el devenir del partido. / GECA SPORT
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El Portuense de Orúe tira de casta para arañar un punto en Melilla

Los rojiblancos jugaron con diez la segunda parte por expulsión de Suárez Jonathan Torres firmó la igualada a falta de cinco minutos para el final

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El Portuense arrancó un valioso punto en su visita al Municipal Álvarez Claro en un partido en el que se le puso todo en contra: falló un penalti a los 21 minutos, vio como el Melilla se adelantaba en el 40 de juego y, además, tuvo que jugar en inferioridad numérica desde el tanto del equipo local por la roja directa que vio Suárez tras derribar a Moncho que supuso la pena máxima con la que fue sancionado el equipo racinguista.

Un partido que no pasará a la historia por lo realizado por uno u otro contrincante, si bien es cierto que el lamentable estado del terreno de juego perjudicó notoriamente el desarrollo del encuentro. En la primera mitad la primera oportunidad de peligro la firmaba el Portuense de Carlos Orúe. Fue un penalti inexistente decretado por Sánchez Laso por unas manos de Marcos Suárez que tan sólo él vio. Una ocasión de oro que Zurdo no supo culminar debido al acierto del meta local Dorronsoro, que neutralizó el lanzamiento del centrocampista racinguista que minutos después abandonaría el terreno de juego lesionado.

Posteriormente el primer remate con cierta intencionalidad del equipo local fue a cargo de Álex Fernández, pero sin acierto. Las defensas se imponían a los ataques en todo momento, si bien a 5 minutos del final, en la primera jugada engarzada por el Melilla, llegó el derribo a Moncho. Un centro de Migui que tocó Álex Fernández y el delantero centro gaditano fue trabado por detrás por Suárez, que vio la roja directa. El asturiano Álex Fernández no desaprovechó la oportunidad que se le brindó para colocar el 1-0 en el marcador.

Gran trabajo

En la segunda mitad el Portuense se multiplicó en su trabajo debido a su inferioridad numérica. Presionó bastante bien y no renunció en al ataque, aunque generó escasas oportunidades ante el marco de Dorronsoro. La primera fue para el albaceteño Paulino, que falló en un remate totalmente solo ante el marco local cuando aún no se había cumplido el minuto de la reanudación. Por su parte el Melilla estuvo mejor en este periodo dominando gracias a la superioridad numérica. Su juego fue más fluido, entrando muy bien por las bandas Troiteiro y Juan Jesús, aunque no supo rematar el partido.

En el 16 de este periodo se reclamaron unas manos de Tornero en el área racinguista en una jugada que terminó en saque de esquina. El técnico local introdujo cambios buscando mayor mordiente arriba pero los azulinos no supieron concretar. En el 22 Migui efectuó un lanzamiento lejano durísimo que se perdió ligeramente por encima del marco de Wilfred. Superada la media hora llegó la primera ocasión de peligro del Portuense en un remate cruzado de Tornero que se perdió por línea de fondo. El partido entró en su recta final con las dos últimas ocasiones de gol. La primera fue para el Melilla en un centro de Migui que concluía con un remate de Juan Jesús despejado por el meta portuario y en la acción siguiente llegó la del Racing, en un error de Álex Fernández que perdió el balón en la línea de tres cuartos y Jonathan Torres aprovechó para, a trompicones, plantarse en área local y batir de tiro raso y cruzado al meta Dorronsoro, colocando la definitiva igualada.

Al final un Melilla que desperdició una ocasión de oro para meterse en la zona noble de la tabla y un punto importante para un Racing Portuense que tan solo había sumado 2 puntos en las 6 primeras jornadas de liga y que supone un balón de oxígeno para un equipo que espera remontar el vuelo en la nueva era del jerezano Carlos Orúe.

«Felicito a los jugadores porque nunca bajaron los brazos»

El entrenador racinguista sumó en Melilla su primer punto al frente del equipo. Sobre el partido, destacó que se trató de «un choque muy complicado por el mal estado del terreno de juego y las circunstancias en contra nuestra que se fueron dando». «Salimos muy bien de inicio e incluso pudimos adelantarnos pero nos vino la lesión de Zurdo y luego nos pitaron el penalti en contra, sufrimos una expulsión y el Melilla se puso con 1-0 a favor», explicó Orúe. El técnico prosiguió señalando que «en la segunda parte salimos arriesgando mucho a pesar de que pudiera llegarnos el 2-0. Aún así no bajamos la guardia y gozamos de ocasiones para empatar hasta que lo conseguimos».

Con respecto al marcador final, el preparador jerezano afirmó que la intención del equipo «era llevarse la victoria pero visto lo complicado que se puso el partido debemos valorar como se merece el punto obtenido».

Tampoco quiso dejar de felicitar la entrega de sus hombres: «Estoy muy satisfecho con la entrega de todos mis jugadores porque no han bajado los brazos en ningún momento». Preguntado sobre si había detectado aspectos a mejorar, Orúe optó por la discreción. «Eso son cosas que nos guardamos para nosotros».

El Racing volvía ayer mismo hacia El Puerto donde apenas tendrá tiempo para preparar el inminente duelo de Copa antes de viajar rumbo a Denia. Una situación que como ha venido repitiendo el entrenador rojiblanco en los últimos días, no es la idónea para mantener el trabajo con el equipo. Ayer volvió a referirse al tema, asegurando que «es algo que no nos viene nada bien pero el calendario es el que impone los partidos y hay que aceptarlo».

Lesiones de Zurdo y Herrero

Carlos Orúe venía avisando desde el mismo momento en que se hizo cargo del banquillo rojiblanco del pésimo estado del césped del estadio Álvarez Claro. Cómo buen conocedor del mundo del fútbol y de la Segunda División B, el jerezano sabe que este tipo de campos son un foco de lesiones para los futbolistas y, desgraciadamente, sus temores se hicieron realidad en la tarde de ayer. Primero fue zurdo el que se tuvo que retirar con un fuerte esguince de tobillo. El extremo izquierdo no puede apoyar el pie por el momento y deberá guardar reposo durante las próximas 24 horas para realizarle posteriormente una prueba que valore el alcance de la torcedura. Por si la baja de Zurdo fuera poco, a ésta se le unía poco después la de otro peso pesado de la plantilla: Jorge Herrero. El capitán rojiblanco sufre una inflamación en una de sus rodillas y deberá pasar también por la enfermería para conocer el tiempo que deberá permanecer alejado de los terrenos de juego. Es casi seguro que ninguno de ellos llegará a tiempo al duelo de Copa ante el Denia, dos ausencias a las que se sumará la de Roberto Suárez, que deberá pagar con un partido de sanción la tarjeta roja vista ayer.