Iván Guerrero se vale de la suerte del grande para desatascar al San Fernando
El gaditano anotó el único gol del encuentro con la colaboración inestimable del portero local, Kike, tras haber marrado un penalti doce minutos antes Iriondo sorprendió alineando a tres puntas, pero no le salió bien la jugada
Actualizado: GuardarImportante triunfo el conseguido en la mañana de ayer por el San Fernando en el Miguel Román de Dos Hermanas. Tres puntos de oro que mantienen al equipo de Antonio Iriondo en los puestos que dan derecho a disputar fase de ascenso. No obstante, el conjunto nazareno creó más dificultades de las previstas a un cuadro azulino que, a pesar de dominar la posesión del balón, no fue capaz de traducir esa superioridad en acciones claras de peligro.
Sorprendía el técnico madrileño con su dibujo táctico. En una clara apuesta por el triunfo, dispuso sobre el campo a toda su artillería ofensiva. Puli, Iván Guerrero y Sergio Berro conformaban una tripleta atacante que, no por falta de empeño, apenas llevó peligro a los dominios de Kike.
Para equilibrar, el San Fernando salió a jugar con una defensa de tres que, en la práctica, trajo más problemas que beneficios. Moke no terminaba de adaptarse a la banda derecha y, obligado a defender, su creatividad se veía reducida. Lo mismo le pasaba a Javi Muñoz en el costado izquierdo. El gaditano bajaba a recibir a su propio campo, por lo que se perdía su capacidad de desborde.
En labores organizativas, Dani Marcos -que ayer se desfondó e hizo un trabajo decisivo- estaba demasiado solo.
En la primera mitad, la lucha se dirimió en el centro del campo. Los nazarenos tardaron en controlarlo el tiempo que necesitó Dani Avilés para empezar a carburar, mientras que los visitantes apenas llegaban con peligro a la meta sevillana. Puli, en el 10', lo intentó de falta directa, pero el portero estuvo atento para abortar la jugada en dos tiempos. Dos minutos después, Chiqui López está atento en un balón largo para evitar que Sergio Berro controle en el área pequeña. La mejor llegada azulina también coincidió cronológicamente con la mejor respuesta de su rival: a ocho del descanso, Moke finaliza una contra con un centro al área que Sergio Berro remata de forma acrobática, mientras que el saque en largo de Kike llega a las botas de Carmona, que hace lucirse a Sergio desde lejos.
Golpe de timón
Muy avispado estuvo Antonio Iriondo tras el descanso. En vistas de que su esquema no daba los frutos que se esperaban, sumado a un mayor empuje inicial rojiazul, el técnico decidió recomponer su equipo dando entrada a Javi Casares por Sergio Berro y recolocando a Moke en el centro del campo.
Chapó para el míster, porque fue en ese momento cuando el equipo empezó a funcionar. La frescura del interior derecho jerezano propició varias jugadas interesantes que terminaron por dar su fruto.
A los cinco minutos, Rafa Garrido bota una falta y Carmona cabecea solo a bocajarro para que Sergio haga la parada de la mañana -luego, Djily no puede apuntillar a puerta vacía-.
La respuesta isleña se fue gestando con el paso de los minutos. El equipo ganaba en solidez atrás y, con el cambio de Víctor García por Javi Muñoz -acabó agotado-, empezaba a mover bien el balón por las bandas.
Los frutos no tardaron en llegar. González Cantador señalaba penalti tras un jugadón de Casares que, muy listo, se cuela hasta la cocina y recibe la falta de Djily cuando parecía que todo había acabado en corner. Iván Guerrero tomó la responsabilidad, pero no estuvo acertado y estrelló el balón en el cuerpo de Kike. Ambos se intercambiaron los papeles de héroe y villano doce minutos después, cuando el delantero azulino finaliza una gran jugada por banda de Víctor García con un disparo desde la frontal que se le escapa de las manos al nazareno.
De ahí al final poco más. Los isleños arrancan un triunfo vital y hunden a los locales que, para más inri, pierden para el próximo duelo a Montero -ex azulino-, que se retiró visiblemente afectado tras un golpe en la rodilla y a Djily, expulsado en el descuento.