El champán inglés se tuvo que quedar en la nevera

La relación está sujeta por un hilo muy débil. El que enlaza a McLaren y Fernando Alonso por el ansia de ganar. Casi todo lo demás es un paripé a la vista de todo el mundo. El segundo puesto del asturiano en Shanghai evitó una muesca más en el deterioro de la convivencia. Si hubiese ganado, tenía preparada una respuesta al ambiente de tanatorio que presidía McLaren ayer. «Guardad el champán hasta otra», había previsto decir el español por la radio tribal que escucha todo bicho viviente -incluidas las teles- al pasar por la bandera a cuadros. Flavio Briatore le jaleaba con aquellos mensajes latinos. «Bravo, bravo, bravísimo», «Fantástico, Fernando, fantástico», como si fuese Manolo Saiz con su famoso «venga, venga, venga» desde el coche ONCE. Nada de eso se escucha de parte de Ron Dennis hacia Hamilton o el español cuando ganan. Mandan la pulcritud y formalidad institucional.

«Guardad el champán», había preparado Alonso si Raikkonen no hubiese ganado. Con un triunfo ayer en China, el asturiano hubiera dependido de sí mismo para llevarse el título. Una victoria en Brasil le hubiese otorgado el título hiciese lo que hiciese su compañero y rival. La calculadora alonsiana funcionó precisa al cruzar la bandera a cuadros. Ha planteado un pulso a Ron Dennis -sus declaraciones del sábado, «vale más callar que mentir como él»- y puede vencer. Aunque la presión que ejerce ahora pueda salirle cara en coste de imagen en el futuro.

El pabellón McLaren estaba medio vacío cuando Alonso ingresó por allí después de la carrera. Dennis y Martin Whitmarsh hablaban en voz baja y se tapaban la boca, al estilo de los futbolistas frente a las cámaras. Ya no estaban Hamilton ni su padre. Sólo la colonia de periodistas españoles. «He tenido la suerte de cara, ha abandonado Hamilton y he podido hacer una carrera muy difícil por las condiciones de agua y seco. Doy las gracias a todos por levantarme el ánimo cuando mas lo necesitaba», comentó sinceró el piloto español.

No se desdijo de su carga contra Dennis del día anterior: «Sigo estando igual de decepcionado y sorprendido, pero ya pasó. Tengo más esperanzas pero se que llego en una situación muy difícil, cuatro puntos por detrás. Necesito hacer primero y Hamilton tercero y si no otra combinación rara. Ganar la carrera y meter un Ferrari por el medio es una tarea casi imposible. Eso habrá que intentar, hacer lo imposible posible».

Como conclusión, Alonso despejó dudas: «La situación siempre ha sido difícil la segunda parte del año, pero yo creo que va a haber las mismas condiciones en el coche para los dos. Eso creo que hay que dejarlo claro. No hay ningún problema en eso, pero sé que el sentimiento nunca va a ser favorable hacia mí».