La falta de consenso entre los vecinos podría retrasar las obras de Santa Ana

La falta de consenso entre los propietarios de las viviendas de la barriada de Santa Ana podría retrasar la finalización de las obras de rehabilitación, prevista para el primer semestre de 2008. De esta forma lo manifestaba Manoli Sánchez, presidenta de la asociación, ya que hay una veintena de vecinos que se opone a la reforma de la parte frontal de los edificios. «El proyecto, entre otras cosas, consiste en poner todos los ventanales iguales, pero hay vecinos que dicen que se han gastado mucho dinero para tenerlo a su gusto, y que ahora no quieren cambiarlo», comentaba Sánchez.

Una opinión que ratifica lo que comunicaba recientemente en nota de prensa el Consistorio chiclanero, explicando que por las interferencias protagonizadas en estos primeros meses por los propios vecinos, el plan de trabajo previsto inicialmente se ha tenido que ir adaptando al día a día. Así pues, no se descarta que las obras se puedan demorar algunos meses, por lo que su finalización llegará probablemente tras el verano del próximo año.

Para ello, el alcalde de Chiclana, Ernesto Marín, se comprometió en una visita realizada hace unos días a la barriada a colocar en las instalaciones de la asociación diversos paneles informativos con el fin de dar a conocer las actuaciones que restan por acometer. Además, y ante el desconocimiento de los vecinos sobre el aspecto final de las obras, el alcalde explicó que un arquitecto técnico de la empresa pública de Suelo y Vivienda se desplazaría hasta el residencial para ofrecer en una reunión toda la información que requieran los vecinos.

Hasta el momento, según explicaron los técnicos municipales, se ha ejecutado más del 40% de la actuación. Así, se ha realizado en más de un 90% la actuación prevista en las cubiertas y la intervención en las fachadas laterales, que también presentaban problemas de filtraciones.

Resta por acometer, sin embargo, la intervención más laboriosa, la de las fachadas frontales, donde está prevista la instalación de ascensores. Así pues, la subvención para la rehabilitación de las cubiertas y el resanado de las fachadas llevaba consigo obligatoriamente la instalación de ascensores en todos los bloques, una actuación que ha sido ampliamente demandada por los vecinos.

Salvo la oposición de estos vecinos, la mayoría de los propietarios están muy satisfechos con las obras realizadas. «Se están cambiando ventanas, lozas y solucionando problemas con los bajantes», comentaba Manoli Sánchez, presidenta de la entidad, que añadió que una vez finalizadas las obras, la asociación va a proponer el pago de cuotas mensuales para el mantenimiento de la barriada.

Durante la visita del alcalde a la barriada, los vecinos aprovecharon para enseñarles algunas deficiencias de este residencial, como el parque infantil, que está en muy mal estado.

La Barriada de Santa Ana se encuentra a los pies de la ermita que le da nombre y es una de las más antiguas de la localidad, concretamente hace más de cuarenta años de su construcción y está habitada por más de 200 familias.

Las obras de rehabilitación, muy solicitadas por los propietarios, comenzaron en octubre del pasado año y tenían un plazo de ejecución de 18 meses.

chiclana@lavozdigital.es