La Junta Militar birmana anuncia nuevas detenciones
Son más de 1.000 los manifestantes enviados a prisión
RANGÚNActualizado:La Junta Militar de Birmania ha anunciado hoy 78 nuevas detenciones de personas en una muestra de continuar, a pesar de las sanciones recibidas, con las medidas enérgicas aplicadas a aquellos que se manifiesten en contra del régimen birmano. Sobre las advertencias de la ONU sigue guardando un absoluto mutismo.
Los detenidos, que las autoridades militares consideran "cómplices" de los manifestantes, han sido arrestados durante varias redadas llevadas a cabo el sábado en Rangún, la mayor ciudad del país y escenario de las multitudinarias manifestaciones encabezadas por los monjes budistas.
Estos últimos arrestos, sobre los que informa el periódico estatal Nueva Luz de Myanmar, órgano de propaganda del régimen, elevan a cerca de 1.000 las personas que el régimen militar ha reconocido enviar a las prisiones del país. Además, un total de 135 monjes budistas permanecen bajo custodia.
Sin embargo, grupos disidentes y gobiernos extranjeros sostiene que más de 6.000 personas han sido encarceladas después de las protestas del mes pasado, las mayores registradas en las dos décadas de este régimen.
Para el periódico los datos son otros porque enmarca estas detenciones en las actuaciones policiales en las que un total de 2.093 personas fueron enviadas a prisión. De ellas, apunta, 1.215 fueron liberadas ayer. Las autoridades también interrogaron a 533 monjes "para diferenciar a los verdaderos monjes de los falsos".
Mientras, la Junta Militar está organizando reuniones a lo largo de todo el país para, supuestamente, apoyar a sus líderes. Además, el periódico ha explicado que en esas convocatorias los participantes censuraban las recientes protestas "instigadas" por algunos monjes y miembros del partido de Aung San Suu Kyi.
El Gobierno birmano ha informado acerca de cuatro manifestaciones en el centro y en el norte del país, con un total de 7.500, 19.000, 20.000 y 30.000 manifestantes en ellas. Estas manifestaciones son consideradas promovidas por el propio Gobierno, con todas las familias de los distritos forzadas a participar con uno o dos de sus miembros.