campaña de captación

Los jóvenes israelíes no quieren ser soldados

El Ejército israelí, uno de los mejores preparados del mundo, lanza una campaña para que los jóvenes no se eximan del servicio militar

JERUSALÉN Actualizado: Guardar
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El Ejército israelí, en movilización permanente y uno de los mejor preparados y entrenados del mundo, ha lanzado una campaña para reducir el numero de jóvenes que procuran eximirse del servicio obligatorio. El objetivo es captar al 26 por ciento de los jóvenes en edad militar que por diversas causas no se incorporan a unas Fuerzas Armadas que se forjaron en la clandestinidad durante el Mandato británico de Palestina y constituyen un pilar fundamental del Estado de Israel desde su fundación, hace 60 años.

Uno de los medios empleados para afrontar la evasión es ofrecer a los reclutas ventajas económicas para gastos de vivienda y pagarse estudios universitarios una vez que se den de baja, tal vez un caso único entre los ejércitos de servicio obligatorio. Porque en la mayoría de los países el Ejército se ha transformado en los últimos cuarenta años en profesional y cuenta con un personal reducido, debido a la aparición de armas atómicas y el enorme costo del armamento moderno.

Condiciones especiales

Pero el Ejército de Israel es diferente; todos los jóvenes del país en edad militar están llamados a filas, a veces con incentivos. Por ejemplo, un alto número de soldados es eximido de incorporarse a los 18 años -la edad reglamentaria-, para seguir carreras -Medicina, Ingeniería Aeronáutica o Informática-, que les dan una formación de la que luego se aprovecha el Ejército. A cambio, una vez que se graduan, los jóvenes deben servir durante cinco años como oficiales en su especialidad.

En otras ocasiones, la dispensa es de diferente naturaleza, ése es el caso de Daniel Celniker, un inmigrante de Uruguay de 27 años, ahora comandante en la reserva y que recibía un salario mensual equivalente a 400 dólares mensuales -más que los combatientes-, por el hecho de hallarse sólo en el país, sin sus familiares. "A mí, entre otras ventajas y por no tener a mis parientes en Israel , durante los 24 meses del servicio me daban todos los meses vales para comprar en el supermercado", ha comentado parte Alejandra Kadón, de 23 años y reservista originaria de Argentina. "Nuestro Ejército nació en medio de un alzamiento popular contra los británicos, en Israel no hay academias militares", subrayó el profesor Martin Van Krefeld, catedrático de la Universidad Hebrea de Jerusalén, en declaraciones a Efe para explicar las particularidades de las Fuerzas Armadas locales.

Un Ejército muy grande pero sobreexplotado

Van Klefeld ha recordado que el israelí es uno de los ejércitos populares más grandes en relación con el número de habitantes; aunque confiesa que "no he podido revisar las cifras últimamente", calcula en 100.000 el número de soldados de tropa. A ese contingente se suman 50.000 efectivos asalariados, entre los que se incluyen los oficiales y suboficiales, y unos 600.000 civiles que se encuentran en la reserva. El experto no estima, sin embargo, que las bonificaciones previstas surtan efecto inmediato, al considerarlas "insuficientes". "La bonificaciones que proporcionan son el mínimo del mínimo...la explotación es terrible, el salario que les dan es una risa, y si no fuese por sus padres que los mantienen, los reclutas se morirían de hambre", ha indicado Van Krefeld.

El caso es que desde hace veinte años, el Ejército de Israel tropieza con problemas, y no sólo porque los reclutas busquen cada vez más eximirse del servicio y se haya reducido el presupuesto para la Defensa, el más elevado del país. Según el experto militar, una de las razones de esa situación es que "quien combate contra quienes están en inferioridad de condiciones (en alusión a los palestinos) acaba adoleciendo también de inferioridad de condiciones".