Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
VITORIA. El 'mahaikide' Asier Arraiz es conducido para asistir al registro de su domicilio. / N. GONZÁLEZ
ESPAÑA

Relevo comprometedor Detenida por realizar pintadas

El arresto de la mitad de su ejecutiva trastoca la estructura de Batasuna, reduce su mermada capacidad de movimientos y obligará a sus sucesores a trabajar al margen de la ley

MANU RUEDA
Actualizado:

La detención de la cúpula de Batasuna no supondrá la desaparición de la izquierda abertzale, como repiten históricamente sus representantes, y es evidente. Reducirá, sin embargo, una capacidad de movimientos sensiblemente mermada después de que el 17 de enero de 2006 el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska renovara la suspensión de actividades de la coalición que el magistrado Baltasar Garzón decretó en agosto de 2002 por considerar que ejercía de brazo político de ETA. No es la única mala noticia para la afiliación de Batasuna: su discurso ha quedado anulado con la apuesta del Gobierno tripartito por el derecho a decidir, una de las reivindicaciones tradicionales de la coalición.

La izquierda abertzale ya vivió una situación similar con el encarcelamiento de su mesa nacional en 1997 por difundir el vídeo de la alternativa democrática de ETA. Herri Batasuna manifestaba entonces que quería «ceder su voz a quienes, junto a su firme compromiso de lucha por la libertad y la independencia de nuestro pueblo, han ofrecido una verdadera alternativa de paz para superar la confrontación política y sus expresiones violentas».

En aquella ocasión la regeneración de la cúpula fue inmediata. Cuando la mesa nacional se encontraba en prisión, la coalición, que llevaba funcionando desde febrero de 1997 con una gestora provisional, se dispuso a elegir una nueva dirección en sustitución de los encarcelados. La asamblea nacional se reunió en febrero de 1998 en Berriozar, donde seleccionó a los 25 nuevos miembros de la ejecutiva de entre las 34 personas propuestas por las comisiones locales.

En la actualidad, la detención de la mitad de la mesa nacional ha dejado como caras visibles de Batasuna a Pernando Barrena, Jone Goirizelaia, Karmelo Landa, Marije Fullaondo y Xabi Larralde, pero con una capacidad de acción muy limitada.

El reeemplazo de los arrestados se antoja complicada dado el carácter ilegal de la formación, lo que obligará, en su caso, a los sustitutos a actuar en la clandestinidad para eludir la acción de la Justicia.La suspensión de la actividad de Batasuna decretada hace cinco años por Garzón coincidiendo con el proceso abierto por el Gobierno, en aplicación de la Ley de Partidos Políticos, y que concluyó con su ilegalización en 2003, ha supuesto así un cambio radical del escenario. El relevo de la mesa nacional en el contexto actual es legalmente inviable.

Estrategia truncada

Garzón argumentó en su auto de 2002 que «HB es creada por ETA y se desarrolla con la finalidad de asumir el liderazgo del denominado proceso de construcción nacional en el País Vasco español y francés y en Navarra, que constituye la base nuclear de la acción de la organización terrorista, y como instrumento de ésta para desarrollar su lucha institucional».

Las medidas adoptadas entonces, cuando Batasuna tenía presencia en todas las instituciones vascas -Parlamento, diputaciones y ayuntamientos- fueron, entre otras, la clausura de sus sedes y la suspensión de todas sus actividades orgánicas, públicas, privadas e institucionales. A partir de ese momento, la capacidad de movimiento de la izquierda abertzale disminuyó sensiblemente.

A las reiteradas prohibiciones a concurrir a las distintas contiendas electorales le siguieron los vetos a determinadas convocatorias de concentraciones y actos políticos que ataron de pies y manos sus iniciativas. Esta situación de «hostigamiento» hizo mella en el seno de Batasuna, que admitió internamente sus problemas organizativos y la desmovilización de sus filas en la ponencia política Bide Eginez (Haciendo camino) que aprobó a finales de 2005.

Un ejemplo de sus limitaciones fue la prohibición de celebrar el 21 de enero de 2006 un acto político en el BEC de Barakaldo pensado como un congreso nacional para presentar su estrategia política y a la nueva ejecutiva de la coalición. La convocatoria se transformó finalmente en un mitin en el exterior de las instalaciones. Los mahaikides fueron elegidos en una asamblea celebrada en la clandestinidad en Bergara y su presentación pública se pospuso hasta el 24 de marzo de 2006, día en el que entraba en vigor el alto el fuego permanente decretado por ETA dos días antes.

Fue precisamente durante el proceso de paz cuando la izquierda abertzale soslayó en cierto modo la Ley de Partidos y recuperó parte de su iniciativa con la celebración de algunas manifestaciones y mitines. Una estrategia que se truncó con la bomba que ETA colocó el 30 de diciembre de 2006 en la T-4 de Madrid -que costó la vida a dos personas- y con la ruptura oficial de la tregua por parte de la banda armada el pasado 5 de junio. Varios grupos radicales realizaron ayer en las calles de algunas localidades vascas pintadas amenazantes y de apoyo a Batasuna, en respuesta a la detención de 23 dirigentes de la izquierda abertzale en Segura. Asimismo, una mujer fue arrestada por la mañana en Bilbao, acusada de amenazar a un agente de la Ertzaintza después de que una patrulla intentara identificarla como autora de un grafiti en el que se criticaban las de-tenciones de la cúpula de Batasuna.

El arresto tuvo lugar cuando varios agentes se acercaron a un grupo de jóvenes que realizaba una pintada «de contenido político» en la calle Irala. Los jóvenes salieron corriendo y los ertzainas lograron retener a una mujer, que intentó zafarse y amenazó a un funcionario.

El contenido de las inscripciones rezaba '22 detenidos. Si queréis guerra, la vais a tener' y 'PSOE, lo vas a pagar. Batasuna aurrera'. En el barrio bilbaíno de Rekalde, por su parte, otras personas realizaron pintadas con lemas como 'Mesa Nacional, libertad', o 'PSOE kontuz ibili' (PSOE, anda con cuidado). En algunas aparecía directamente una diana con las siglas del PSOE y se adviertía tanto a este partido como al PNV de que 'si quieren guerra, la tendrán'.

Por otro lado, en la ma-drugada de ayer, un grupo de radicales cruzó y quemó varios contenedores en los alrededores del casco viejo de Vitoria, movió dos turismos sin que sufrieran daños y rompió los cristales de tres entidades bancarias y de una agencia de viajes situadas en la calle Siervas de Jesús. El ataque obligó a los Bomberos a intervenir.