TENSIÓN. La dirigente Díaz de Heredia fue trasladada hasta su domicilio de Vitoria. / IGOR AIZPURU
ESPAÑA

Encarcelados Álvarez y Agirre por pertenencia a ETA

El juez ve contumacia delictiva en su intervención en la convocatoria de la marcha ilegal del 9 de septiembre

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El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ordenó ayer prisión provisional para Joseba Álvarez, portavoz de la ilegalizada Batasuna, y a Oihana Agirre, dirigente de Askatasuna, la organización de apoyo a los presos de ETA.

Los dos líderes abertzales ingresaron en el centro penitenciario de Soto del Real tras prestar declaración sobre su relación con la manifestación ilegal que el pasado 9 de septiembre recorrió las calles de San Sebastián en favor de los derechos de los presos etarras.

El magistrado considera que ambos participaron en la «elaboración, proyecto y desarrollo» de la protesta y, como les imputa un delito de integración en banda armada, considera que en el caso de Álvarez esa actuación supone una «reiteración» de su conducta delictiva.

El dirigente de Batasuna está procesado desde 2005 por pertenecer a ETA dentro del sumario abierto en 2002 contra este partido. El juez instructor estima que ha quebrantado la prisión provisional al auspiciar la marcha y seguir vinculado al «entramado de organizaciones ilegales y terroristas». En el registro de su domicilio apareció un documento que acredita su pertenencia a la dirección de la formación ilegal como responsable de relaciones internacionales. El magistrado también ha tenido en cuenta la presencia de Álvarez en hasta doce actos organizados por la formación ilegalizada desde junio de 2006. Todo ello, recuerda en su auto, «en el marco de una escalada exponencial de acciones terroristas y de kale borroka».

A Aguirre, que fue una de las portadoras de la pancarta que encabezaba la manifestación, le imputa, además de la pertenencia, otro delito de provocación para subvertir el orden constitucional, alterar gravemente la paz pública y provocar estragos. La manifestación ilegal terminó en una batalla campal entre la Ertzaintza y los manifestantes, con un saldo de nueve detenidos y once heridos.

La dirigente de Askatasuna participó, asimismo, en varias ruedas de prensa de su organización pese a haber sido apercibida judicialmente. En su casa se han encontrado documentos de Askatasuna, Batasuna y un zutabe, el boletín interno de ETA.

Breve interrogatorio

Los dos dirigentes abertzales llegaron a la Audiencia Nacional en torno a las diez de la mañana para ser interrogados. Agirre apenas estuvo 15 minutos ante el juez, ya que se negó a declarar. Álvarez escuchó las preguntas del juez y el fiscal durante cerca de cincuenta minutos, pero sólo aceptó contestar a su abogado, Kepa Landa, al que negó haber participado en la manifestación. Su letrado argumentó que la acusación de la Fiscalía tiene un carácter «instrumental» y tiene por objetivo implicarle «en otra cosa».

La marcha de Askatasuna ya provocó el pasado 11 de septiembre el encarcelamiento del portavoz de la sucesora de Gestoras Pro-amnistía, Juan María Olano. Al igual que en el caso de Álvarez, Garzón consideró que había quebrado su libertad provisional con una reiteración delictiva, al promover la manifestación ilegal e inducir actos de kale borroka.

La detención de Joseba Álvarez estuvo rodeada el pasado martes de momentos de gran tensión al zarandear un grupo de simpatizantes de la izquierda abertzale la furgoneta policial en la que había sido introducido el dirigente tras ser registrado su domicilio en San Sebastián.

Los altercados culminaron sin que hubiese heridos ni detenciones.