MUNDO

El Congreso de Ecuador desafía a Correa al rechazar su disolución

El Congreso de Ecuador se mantiene firme. La abrumadora victoria electoral del presidente, Rafael Correa, no basta para convencer a los diputados para que renuncien a unos escaños que consideran suyos. Los electos resolvieron ayer defender sus actas e incluso pretenden denunciar al Gobierno ante organismos internacionales como la ONU o la OEA. «Continuaremos con la lucha, de pie. De rodillas, jamás», subrayó Ramsés Torres, del movimiento indígena Pachakutik, tras reiterar que la Asamblea Constituyente de plenos poderes que se instalará en el país -donde el partido de Correo ocupará el 70% de los asientos- no tiene, en su opinión, facultades legales para disolver la Cámara.

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Tras el anunciado triunfo en las urnas del grupo de Correa, el presidente reclamó a los cien diputados del Congreso que renunciaran o, por lo menos, suspendieran las sesiones durante los 180 días, más otros 60 prorrogables, en que funcionará la Asamblea Constituyente encargada de redactar la nueva Carta Magna de Ecuador.

Según Torres, ningún asambleísta, incluidos los que son afines al Gobierno, ha presentado su dimisión al considerar que el Congreso puede continuar con su gestión de forma paralela a la Constituyente. El legislador de la oposición justificó así la resolución adoptada ayer para reafirmar su defensa del «régimen democrático y el estado social de dere- cho», pero que también llama al diálogo al Ejecutivo y a la recién creada Asamblea para fortalecer la democracia.

Ello permitirá, según Torres, que el presidente Correa cese en el empeño de disolver la Cámara y «entienda que hay un Congreso con mandatarios electos democráticamente, en función de la Carta Magna que todavía se encuentra en vigor».