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El abogado de Al Fayed siembra dudas sobre la honestidad del conductor de Diana y Dodi

Michael Mansfield, abogado de Mohamed Al Fayed, sembró ayer dudas sobre el comportamiento de Henri Paul antes de ponerse al volante del vehículo en el que falleció junto a la princesa Diana y su amigo Dodi, en el curso de la tercera jornada de la encuesta judicial sobre las circunstancias de sus muertes. Buena parte de la sesión de la mañana se empleó en mostrar al jurado la película de lo ocurrido en el hotel Ritz de París, antes de la marcha fatal de Diana y Dodi. Fue una reconstrucción documental basada en las filmaciones de 31 cámaras de seguridad en el interior del hotel y en sus puertas de acceso.

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El policía Paul Carpenter, que realizó esta tarea para la investigación de Scotland Yard, narraba las escenas identificando a los protagonistas. Se trataba esencialmente de la espera de Paul, responsable de seguridad del Ritz, y de otros empleados del hotel, propiedad de Al Fayed, a que Diana y Dodi acabasen de cenar en la Suite Imperial y de su diseño de una maniobra que despistase a los paparazzi. Henri Paul, que había terminado su trabajo a las siete, fue llamado para colaborar en la salida de la pareja y regresó al hotel a las diez. Acudió dos veces al bar de la planta baja, aunque sus movimientos muestran a un hombre que, si había bebido alcohol, no presentaba signos de ebriedad.

Guardaespaldas y empleados diseñaron una salida por la puerta trasera y movimientos de distracción en la delantera para confundir a la prensa. Pero, poco antes de que el Mercedes que, conducido por Paul, llevaría a su muerte a Diana y Dodi, unos paparazzi acudieron a la puerta trasera, dispuestos a fotograriarles e iniciar la persecución en sus motos y coches. La película termina cuando montan en el coche. / ÍÑIGO GURRUCHAGA