CÓDIGO PENAL. Rodríguez Zapatero y Fernández de la Vega durante el debate de la reforma. / EFE
ESPAÑA

Los delitos de tráfico graves por velocidad y alcoholemia serán castigados con cárcel

El pleno del Congreso aprueba con los votos en contra de Partido Popular el endurecimiento de las penas en materia de seguridad vial

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Casos concretos

El texto eleva las faltas a delitos en varios casos concretos. Exceso de velocidad: conducir a más de 200 kilómetros por hora en autovía, a más de 180 en carretera y a 110 en vía urbana. Alcohol: más de 1,2 gramos en sangre, o circular sin permiso por haber perdido todos los puntos del carné o no tenerlo. En estos supuestos se castigará con penas de tres a seis meses de prisión, multa de seis a doce meses y trabajos a favor de la comunidad de 30 a 90 días.

La reforma prevé además sanciones de seis meses a dos años para el conductor que «con temeridad manifiesta» ponga en peligro la vida o la integridad de las personas, y la pena se endurecerá de dos a cinco años de cárcel si el conductor actúa «con consciente desprecio por la vida de los demás», según la interpretación que haga el juez sobre el delito cometido.

La norma incluye una novedad para aquellos casos en los que el titular del permiso se niegue a someterse a las pruebas de alcoholemia, drogas, estupefacientes y sustancias psicotrópicas, a los que se penará con seis meses a un año de prisión. Mientras que serán castigados con hasta dos años de cárcel, multa de 12 a 24 meses y trabajos en beneficio social de 10 a 40 días el que coloque en la vía obstáculos imprevisibles, derramando sustancias deslizantes o inflamables o anulando la señalización.

El texto dará mayor poderes sancionadores a los jefes provinciales de tráfico y al recién creado Centro automatizado de Sanciones, con el objetivo de agilizar el proceso sancionador.

Los dos partidos que más se han movilizado para aprobar cuanto antes el texto, PSOE y CIU, mostraron su aprobación a una Ley que «trata de salvar vidas» y «prevenir las conductas causantes de los accidentes mortales», según el diputado socialista Federico Mayoral. En la misma línea, el convergente Jordi Jané indicó que con esta reforma se podría llegar a conseguir una reducción de las víctimas mortales en la carretera y zonas urbanas de hasta un 40%, «ya que la velocidad inadecuada está presente en el 27% de los siniestros en carretera y un 29% en zona urbana».

El PP votó en contra por considerar excesivos los límites establecidos para alcohol con respecto a la media europea y de velocidad al considerar que la señales de tráfico en las vías españolas se debían de actualizar. El diputado popular Federico Souvirón razonó su postura con el supuesto de que no es lo mismo «circular a 110 en proximidad de un colegio que por una travesía deshabitada de madrugada».

La representante del PNV Margarita Uría, por su parte, calificó la reforma de «precipitada» y «sin datos que justifiquen las medidas». Isaura Navarro, de IU-ICV, censuró la «tramitación acelerada» de la norma y consideró más importante la eliminación de los puntos negros, mejorar las infraestructuras, la señalización o generalizar los limitadores de velocidad.