DE UNIFORME. Agentes, en una protesta en Madrid. / EFE
ESPAÑA

El Congreso reconoce el derecho de asociación de los guardias civiles

La Cámara Baja aprueba la reforma que permite la unión de agentes para luchar por mejoras laborales y elimina el arresto como sanción disciplinaria El PP se queda solo en su rechazo a lo que cree una desmilitarización encubierta

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El Congreso de los Diputados aprobó ayer, con el apoyo de todos los grupos salvo el PP, las dos leyes orgánicas que en adelante regularán el régimen disciplinario de la Guardia Civil y los derechos y deberes de sus integrantes. Ambas normas introducen novedades para los agentes como son el reconocimiento del derecho de asociación profesional, que no de sindicación, y la eliminación del arresto como sanción disciplinaria, que en adelante sólo se aplicará en tiempos de guerra.

La reforma refuerza la competencia sancionadora sobre los agentes del Ministerio del Interior frente a la de Defensa, y actualiza el catálogo de infracciones, al que incorpora las relativas a la discriminación por motivos de origen, lengua o sexo.

«Necesarias y sensatas»

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, calificó estas leyes de «necesarias, sensatas y llenas de sentido común», que colocan a la Guardia Civil «en sintonía con la sociedad actual del siglo XXI».

En la votación fueron rechazadas todas las enmiendas planteadas en el Senado, de ahí que la reforma saliera adelante tal y como fue tramitada en el Congreso. La portavoz del PP, Alicia Sánchez Camacho, reiteró que los textos «no satisfacen» a su partido, que votó en contra por ver en ellos una desmilitarización encubierta de la Guardia Civil.

El representante de CiU, Josep Maldonado, manifestó el apoyo de su grupo, pero lamentó que la reforma se quede «corta» al no suponer la desmilitarización total del instituto armado. La portavoz de IU, Isaura Navarro, celebró que con estos cambios la Guardia Civil deje de ser «un apéndice de las Fuerzas Armadas».

Desde los sindicatos, CC OO expresó en un comunicado su satisfacción por la aprobación de las dos leyes orgánicas y aprovechó para pedir al Gobierno que cierre «con generosidad y justicia» los expedientes abiertos contra los dirigentes de la asociación mayoritaria, la AUGC, por manifestarse de uniforme reclamando la aprobación de las citadas leyes el pasado enero.