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Bush impide que se dedique más dinero público a la cobertura sanitaria infantil

En una desviación llamativa de la gran cuestión que monopoliza la política de Estados Unidos -la guerra de Irak-, republicanos y demócratas se han enzarzado en una tradicional confrontación legislativa sobre prioridades domésticas que abarca cuestiones tan recurrentes como la sanidad, los impuestos, las obligaciones sociales del Gobierno y los límites de las subvenciones dedicadas al bienestar de sus ciudadanos. Una bronca con evidente proyección electoral que ayer se ha traducido en un veto del presidente Bush a la propuesta de canalizar más dinero público para la cobertura sanitaria infantil.

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Entre reproches de intentar paliar la sangría deficitaria de Estados Unidos a costa del gasto social, la Casa Blanca ha insistido en que la legislación impulsada por la mayoría demócrata en el Congreso supone una carga inaceptable al no limitarse únicamente a cubrir las necesidades de las familias más pobres. Según la Administración Bush, firme en su defensa de un sistema sanitario basado en seguros privados, las arcas federales no están para subvencionar las necesidades médicas de los hijos de la clase media.

La legislación vetada, respaldada por la mayoría demócrata en el Congreso y un buen número de republicanos, hubiera añadido 24,5 millones de euros durante los próximos cinco años al Programa de seguro sanitario para niños, conocido por el acrónimo inglés Chip desde su creación hace diez años. Para financiar esta expansión, que hubiera podido ampliar la cobertura de este programa de seis a diez millones de menores, la medida proponía un incremento sustancial de la fiscalidad sobre las cajetillas de tabaco.

En un discurso ante empresarios en Pensilvania tras formalizar su prometido veto, el presidente argumentó que «las políticas del Gobierno deben centrarse en ayudar a niños pobres y a que la gente suscriba seguros privados». E insistió en que ahí es «donde se presenta la división filosófica» entre la agenda conservadora respetuosa de las intersecciones entre oferta y demanda frente al intervencionismo de los demócratas.