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Enlatar el futuro

Doce empresas de ahumados, conservas y salazones de la provincia han recibido cuantiosas ayudas para modernizarse

María José Pacheco |
JerezActualizado:

Hace cuatro años, una de las empresas más importantes de la provincia en el sector de las conservas, los ahumados y los salazones, Conservas Ubago S.L., facturaba cada ejercicio unos siete millones de euros. En 2006, según explicaba su director, Andrés Espinosa, se cerrarán las cuentas con cifras que llegan a los 72 millones. Y todo eso gracias a la apuesta de esta compañía por diversificar su producción, por ir más allá de las conservas tradicionales y apostar por las especialidades (como el exquisito langostillo), una labor que les ha convertido en un referente que puede hablar de tú a tú con las grandes multinacionales y que abre puertas a la esperanza del sector pesquero de Cádiz.

La empresa Ubago -que tiene sus instalaciones en La Línea, pero que también tiene plantas en Marruecos, en Sudamérica y que ya empieza a buscar huecos en China- «va a ser conservera de por vida, pero también quiere posicionarse en otras categorías del mundo de la alimentación», y por eso en los últimos años ha retomado la actividad de los ahumados, en la que había sido pionera hace 20 años y que abandonó; se ha introducido en el campo de la acuicultura e incluso ha lanzado hace apenas un año un bacalao desalado y refrigerado que está teniendo un gran éxito entre sus principales clientes, como es el caso de Mercadona.

El mérito y el logro de esta empresa que nació hace casi sesenta años se ha basado en la diversificación de su producción y en la modernización de sus instalaciones con las más alta tecnología, lo que además supone un paso más en las garantías sanitarias para el consumidor. Y en esa tarea, que ha precisado enormes inversiones de dinero, esta empresa ha contado con el apoyo de la Consejería de Agricultura, que ha podido tramitar varias líneas de ayudas para estas compañías que siempre han sido parte de la tradición de localidades como Tarifa o Barbate, pero que en los años 80 decayeron y se quedaron reducidas a empresas familiares de corte más artesanal.

El caso de Ubago no es el único, ya que otras once empresas de la provincia -de comarcas como La Janda, el Campo de Gibraltar o incluso la Bahía- también han podido iniciar su desarrollo, una evolución que ha ido paralela a la implantación del Plan de Modernización del Sector Pesquero Andaluz y a la aplicación de las subvenciones del Instrumento de Financiero de Orientación a la Pesca (IFOP).

Tampoco hay que olvidar, como recalca la misma Junta, que otra importante lluvia de dinero llegó a este sector después de la no renovación del acuerdo pesquero con Marruecos y la publicación de una orden en 2003 por la que se regulaban ayudas para el fomento de la diversificación económica y el empleo en las comarcas afectadas por la interrrupción de la actividad de la flota andaluza que pescaba en los caladeros del reino suní.

Hoy en día en la provincia hay dos grandes grupos de empresas conserveras, de salazones y ahumados, ya que por un lado están las locales, que siguen teniendo un ámbito familiar pero con nuevas técnicas, y por otro las que, como Ubago, han querido dimensionar su actividad y ya han dado el salto fuera de la comunidad autónoma, alcanzado incluso los mercados internacionales. Y todas han recibido fondos de la Consejería para los proyectos que han presentado a la Administración y con los que pretendían esa búsqueda de nuevos mercados y modernización.

En total, la Consejería ha aprobado en la provincia un total de 31 proyectos de doce empresas, que han invertido en ellos casi 36 millones de euros y que han recibido inversiones cuantiosas que han sumado algo más de 20 millones. Y a eso hay que unir los 3,5 millones de subvención del IFOP concedidos a la empresa Harinas de Andalucía, dedicada a la elaboración de harinas y aceites de pescado y que da salida a los subproductos generados de la elaboración de conservas. Esta compañía, participada por las anteriores, invirtió 5,8 millones en tres proyectos diferentes.