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La Glorieta | Gestos

La política es muchas veces, además de un ejercicio de acción y gestión, una cuestión de gestos, un concepto que nada tiene que ver, por ejemplo, con la hipocresía. Resultan indispensables para marcar objetivos, para dejar claros unos principios y para canalizar mejor iniciativas. Y en ocasiones también para romper con el pasado e iniciar una nueva etapa.

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De gestos es precisamente de lo que está tirando el Gobierno de Pilar Sánchez en sus primeras semanas de mandato. Algunos, como las rescisiones de contrato de 17 empleados de la Gerencia Municipal de Urbanismo, han provocado un tenso debate en la ciudad, enfrentando a quienes defienden la necesidad de una 'limpia' de la plantilla municipal con los que, por el contrario, hablan de 'caza de brujas' de todo lo que huele a Pedro Pacheco y de que se ha ido a por los más débiles y los no afines al nuevo Gobierno local.

Es de suponer que Pilar Sánchez y su equipo están seguros del fondo de sus propósitos y quizá por eso, como dice nuestra querida Antonia Asencio en la página 22 de este mismo ejemplar, deben cuidarse más que nunca las formas. Es lo que decía antes de los gestos, que mal administrados provocan que las acciones conlleven reacciones negativas.

Gesto ha sido también hacer públicas las declaraciones de bienes de todos los concejales del Consistorio, independientemente de rectificaciones posteriores. Se trata, en este caso, de un gesto de transparencia, una virtud que, según aseguran, también rompe con el pasado más reciente de este Ayuntamiento.

Lo más complicado de las nuevas etapas siempre son los comienzos.