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LAMENTO. El gol marcado por Villa no sirvió para nada. / EFE
GRUPO B

El Valencia ve truncada su racha

Los 'chés' fueron superados por el poderío físico inglés y el remate de Drogba

V. COSTA
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Aunque hubo dos goles antes del descanso, la primera parte fue demasiado táctica y apenas hubo oportunidades, aunque el Valencia tuvo mucho trabajo en defensa frente al peligroso Drogba. El equipo de Quique comenzó al ataque, pero fue a peor y acabó atascado ante un Chelsea que tejió una maraña en el centro del campo. El potencial físico inglés y su consistencia con un incansable trivote en el medio campo (Makelele, Essien y Obi Mikel), hizo que Albelda y Marchena sufriese y que el Valencia apenas crease juego. Al menos, tenía a Villa, cuyo oportunismo, en una jugada afortunada para el Valencia, permitió abrir el marcador, justo en el momento en el que el Chelsea comenzaba a dominar.

Empate en mal momento

Sin embargo, cuando el Valencia se podía haber puesto con dos goles de ventaja llegó el empate del Chelsea. Joaquín se encontró ante una oportunidad inmejorable, pero no logró superar a Cech, y una internada de Malouda acabó con el gol de Cole junto a Moretti, que sufrió tanto como Albiol y Helguera en el centro. Del posible 2-0 se pasó al empate y el Chelsea demostró más potencial frente a un Valencia que quiso salir al ataque pero debió preocuparse más por defenderse ante el empuje inglés.

El duelo fue a peor en la segunda parte, en la que sólo existió centrocampismo, sin un dominador y sin posibilidad de generar fútbol por parte de ningún equipo. A los delanteros ya no les llegaba un balón, porque el juego se lo repartían Makelele y compañía, con la pareja Albelda-Marchena intentando al menos destruir, porque crear juego era imposible con esa pareja de medio centros. No había una sola oportunidad de gol, pero cuando Quique decidió hacer debutar al gigantón Nicola Zigic para que el Valencia ganase al menos en el juego aéreo, llegó el gol del delantero marfileño Didier Drogba, que se fue por velocidad de Albiol y definió como un crack con la zurda. Al Valencia le entraron entonces las prisas, pero, pese a su insistencia, le pudo la ansiedad y el Chelsea recurrió a la experiencia y a su defensa para asegurar el triunfo y salir muy reforzado de Mestalla, a donde había llegado en crisis.