OPINIÓN

Ser o no ser

Titulo la columna de esta semana de una forma tan literaria y tan dramática porque, como Hamlet, García Remón se encuentra en una difícil encrucijada con vistas al partido de este domingo contra el Eibar. No hablo de posible destitución, algo que, por el momento, ni se negocia. Tampoco me refiero al calificativo de final que algunos jugadores ya le han otorgado a dicho encuentro en la séptima jornada. Al decir encrucijada apunto directamente a las ideas futbolísticas del técnico y al planteamiento que pondrá en liza el domingo a las seis de la tarde. Sinceramente, me importa un comino que el sistema empleado sea el inicial 4-4-2, el 4-2-3-1 de Castellón o el que sea. Como le he escuchado decir a algunos entrenadores, cualquiera de ellos puede ser mas ofensivo o defensivo según qué jugadores coloques sobre el campo y cómo los dispongas sobre el mismo. Como ejemplo del lío que entre todos nos montamos con esto de los sistemas, recuerdo ahora un artículo de Valdano en el que contaba cómo un reputado comentarista nada más saltar al campo un equipo apuntaba: «sistema revolucionario del equipo , formarán con 1-1-1-1-1-1-1-1-1-1-1», a lo que el narrador le espetó: «míster, están saliendo en fila india al terreno de juego».

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Pamplinas aparte, lo que realmente me tiene intrigado es saber si el Cádiz saldrá de inicio con Fleurquin junto a Rivas o si continuará la apuesta creativa de Parri en ese puesto, que para eso se le firmó, porque medias puntas nos sobran. Con la dupla Fleurquin-Bezares, 6 puntos de 9, con la salida de ambos, 1 de 9. Pero, ¿saben lo que les digo? Que me encantaría que siguiese Parri, porque esa es la idea de fútbol con la que llegó García Remón y en los momentos difíciles como este, hay que morir con tus ideas y ser fiel a tu estilo. Con mayor o menos riesgo, el concepto de juego del Cádiz 2007-08 era tener la pelota y para eso se firmaron estos jugadores. Y para que funcionen Lobos, Gustavo López o Gastón Casas hay que cuidar la posesión y no mandarle melones en forma de pelotazos. Por lo menos en Carranza, me gustaría seguir viendo a Parri de medio centro, a su lado cualquiera de los otros cuatro, que tienen un nivel parejo, cada uno con sus virtudes y defectos pero parejo. Renunciar a sacar el balón jugado no es garantía de nada y no podemos idealizar los triunfos contra el Granada 74 y Salamanca porque igual pudieron ser derrotas. Si tenemos mimbres para jugar bien, juguemos. Yo no cambiaría ahora los planes. Doblemos la apuesta ahora que vamos perdiendo.