AVALANCHA. Las aguas, que arrastraron vehículos, ocasionaron desperfectos por valor de 3,5 millones en el mobiliario urbano. / R. DÍAZ. EFE
ANDALUCÍA

El Gobierno declarará zona catastrófica Alcalá de Guadaíra tras la trágica riada La Junta tramitará las ayudas

El Ayuntamiento decreta dos días de luto por las víctimas y cuantifica en 3,5 millones los daños en el área urbana Otras 10 personas sufrieron heridas, pero se salvaron de morir ahogadas al aferrarse a cuerdas lanzadas por los vecinos

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La tragedia pudo ser mucho mayor, ya que varias personas salvaron la vida al aferrarse a las cuerdas que les lanzaron los vecinos desde los pisos más altos. El Ayuntamiento ha decretado dos días de luto y ha cifrado en 3,5 millones de euros los daños sólo en el mobiliario urbano. El Gobierno declarará mañana la localidad como zona afectada por desastre natural. El presidente Zapatero llamó al alcalde de este municipio, Antonio Gutiérrez, para mostrar sus condolencias y anunciarle que posiblemente se apruebe un decreto de ayudas.

Después de pasar toda la noche recogiendo escombros y limpiando el agua y el barro que anegó las calles de Alcalá, principalmente en el centro urbano, los vecinos conocieron la identidad de las dos fallecidas. Se trata de María Adán, una maestra de 35 años procedente de Jaén que acababa de instalarse en el municipio. Con dos hijos de 3 y 6 años, impartía clases de primaria en el colegio Reina Fabiola, que ayer cerró sus puertas en señal de duelo. María no logró salir del vehículo en que viajaba y falleció ahogada. La mujer será enterrada hoy en su localidad natal, Baños de la Encina (Jaén).

Infarto

La otra víctima fue Pastora Hermosín, de 80 años, que se vio sorprendida por la lluvia torrencial en su domicilio cuando un autobús urbano perdió el control y se empotró contra la vivienda. Algunos vecinos apuntan a que la anciana falleció de un infarto a causa del sobresalto. Su entierro se celebrará hoy en Alcalá de Guadaíra.

Desde el Ayuntamiento explicaron que otras 16 personas han sido atendidas en un hospital cercano por politraumatismos e incluso hipotermias a causa del granizo y el agua helada que cayó en Alcalá. De todos ellos, dos permanecen en observación con pronóstico no grave, mientras que otra persona fue arrastrada por la lluvia cuando iba caminando y está ingresada con rotura de pelvis.

Algunos de los afectados no han dudado en señalar que, pese a la orografía del municipio -de 65.000 habitantes -, era la primera vez que veían una tromba similar, que dejó más de 80 litros de agua por metro cuadrado en menos de 20 minutos y estuvo acompañada de vientos de hasta cien kilómetros por hora.

Una vecina destacó que el granizo, de hasta tres centímetros de diámetro, alcanzó el medio metro de altura, sepultó las ruedas de los vehículos y bloqueó las alcantarillas. Ésta fue precisamente la causa de que la riada fuera mayor, y que los tejados de algunas naves industriales y viviendas se vieran perjudicadas al no tener hábiles los desagües y los techos se vinieran abajo, como ocurrió en tres de los cuatro colegios.

El Instituto Nacional de Meteorología achacó la tormenta a la conjunción de una serie de factores: el rápido movimiento vertical de la nubosidad y la violencia e intensidad de la lluvia. El presidente de la Junta de Andalucía que recorrió ayer la localidad de Alcalá de Guadaíra, se comprometió durante su visita a que el Consejo de Gobierno andaluz del próximo martes apruebe un plan de ayudas para cubrir los daños allí donde no alcancen las coberturas de los seguros, para que «en Navidad las calles estén reparadas y los negocios a punto, porque son fechas importantes para el pequeño comercio».