Bienvenida tierna y cordial

Sería muy egoísta por mi parte no compartir estas palabras con los lectores y sobre todo, con aquellas mujeres que ya están en la madurez y anhelan tanto tener su primer hijo. A ellas me dirijo trasmitiéndoles este mensaje de fe y esperanza para que no se rindan en esa difícil pero gratificante búsqueda de lo que más desean.

La carta dice así:

Todos sabemos cuánto lo añorasteis, cómo lo deseasteis... Pero sólo Dios supo de vuestro sufrimiento.Y en un alarde de grandeza (que sólo Dios puede tener), os envió a un «ángel» del cielo, para premiar vuestro anhelo.

Un «ángel» bajó del cielo, para iluminar tu cara con el resplandor de sus alas. Y como vio que eras buena, le pidió a Dios que de ti no le separara. Y Dios accedió contento, ¿con quién mejor iba a estar ese «angelito travieso», que con una madre buena que por él bebe los vientos?

Por eso Dios decidió que se quedara contigo. ¿Con quién mejor iba a estar?... Pensamos también tus amigos. Ahora todos disfrutaremos de ese «angelillo travieso», al que también deseamos atiborrarlo de besos. Fue muy larga la espera, llena de contradicciones.

Sufrimiento de tus padres, y congoja de nuestros corazones.

Pero valió la pena tu espera...

¿Y quién no hubiera esperado, sabiendo que al final de todo Dios le tenía guardado el mejor de los regalos?

Bienvenido Ángel a tu nuevo hogar. ¿Dios no se equivocó al pensar que tú, Pilar, serías el mejor vientre en el que pudiera anidar!.

P.D.: ¿¿¿Felicidades pareja!!!. Espero que os guste. La escribí con el alma.

Dedicado a todas aquellas mujeres que no se rinden en su empeño de ser madres.

Pilar Mesa Blanco. Cádiz