Britney Spears pierde la custodia de sus hijos por conducir sin carné y acumular faltas judiciales
Se acabaron las oportunidades para mamá Britney. El juez Scott Gordon decidió el lunes quitarle la tutela de sus dos hijos, Sean Preston, de dos años, y Jayden James, de uno, después de que la cantante violase su orden de no conducir sin carné. No hay duda de que a sus 25 años Britney Spears está lejos de ser una madre ejemplar, pero sus deslices podrían pasar desapercibidos a los ojos del juez si un día no hubiese sido la cantante mejor pagada del mundo, con 38,5 millones de dólares anuales, ídolo de las jovencitas de medio planeta. Y es que a la fama le sigue inevitablemente una estela de paparazzis, que en algún momento hasta la han hecho llorar, y a los que culpa de su divorcio.
Actualizado: GuardarPor eso no es de sorprender que la fotografiasen el fin de semana pasado cuando conducía a toda velocidad por las calles de Los Ángeles en su deportivo, con los dos retoños en el asiento trasero. El juez Gordon estaba furioso, porque ya le había advertido que no podía tocar el volante hasta que se sacase un carné de conducir en el estado de California. Britney tiene uno de su estado natal, Louisiana, pero las leyes de California la obligan a canjearlo por uno local a los diez días de haberse mudado, un trámite que nunca llevó a cabo.
Su ex marido, el bailarín y rapero Kevin Federline, de 29 años, tampoco perdió ocasión para recordarle al juez que está más capacitado para criar a los niños. La reunión en los juzgados se llevó a cabo a puerta cerrada, pero de ella salió la orden de que el rapero se quede con la custodia «hasta nueva orden». El intercambio de niños se llevó a cabo en un vulgar restaurante de comida rápida que no hará historia.
La cantante ya había violado otras órdenes del juez, que la consideró consumidora «habitual, frecuente y continua» de alcohol y drogas, por lo que la obligó a someterse a pruebas dos veces a la semana para demostrar que cumplía con su promesa de mantenerse limpia. Obviamente eso no ocurrió, pese a que Britney había pasado previamente por un centro de desintoxicación.
Hace sólo dos semanas las cámaras plasmaron otro de sus deslices en un aparcamiento donde golpeó a otro coche y se fue sin dejar ni una nota, pese a haberse bajado a escrutar los daños de su coche. Por ello todavía tendrá que responder en los tribunales la semana que viene, y pueden caerle hasta seis meses de prisión. El culebrón de Spears no ha hecho más que empezar.