Orúe coge las riendas del Portuense convencido de «sacar al equipo adelante» Burgueña se despidió ayer de la plantilla
Alrededor de las 20.00 horas, el preparador jerezano comparecía ante los medios acompañado por Javier Otero El secretario técnico señaló que «es un enamorado del fútbol que conoce perfectamente el grupo IV y la plantilla»
Actualizado:A pesar de que aún quedan 96 puntos en litigio y de que las posibilidades del club de optar a la fase de ascenso están prácticamente intactas, Orúe insistió en su preocupación por la crisis que en este momento azota el seno de la entidad. «Cuando no te salen las cosas todo se vuelve complicado. No es normal que el equipo sólo haya sumado dos de los 18 puntos posibles, y que haya mostrado una imagen tan negativa. Si se suceden los resultados negativos en casa, empiezan a entrar las dudas y favorece a los demás equipos, que llegan aquí convencidos de que pueden sacar algo positivo y al final se lo terminan llevando. Al final se va creando una distancia con los de la zona media que, aunque ganemos dos o tres partidos seguidos, todavía vamos a estar lejos de los de arriba». No obstante, advirtió de que «aún queda mucha Liga» y se mostró convencido de poder «enderezar el rumbo trabajando partido a partido». En ese sentido, reconoció que sólo piensa «en lograr un resultado positivo en Melilla».
Gran experiencia
Una dilatada trayectoria le avala. A sus 55 años, ha participado en los ascensos del Xerez Deportivo y el Ciudad de Murcia, además de haber disputado fases de ascenso con equipos como el Rayo Vallecano o, en sus comienzos, con el Atlético Sanluqueño a Segunda B. En la zona se le recuerda especialmente, además, por la temporada en la que hizo campeón del grupo IV al Cádiz en la 2000-2001 tras completar una segunda vuelta brillante en la que sumó 45 puntos, solventando un arranque liguero aciago en una temporada marcada por la crisis económica de la entidad amarilla.
Ese fue uno de los aspectos fundamentales en los que cimentó Javier Otero la decisión de dar un golpe de timón y contratar al jerezano. «Carlos es un enamorado del fútbol. Siempre está viendo partidos, sea de Tercera o de cualquier categoría. Vas a ver un partido de benjamines y te lo encuentras en el campo. Además, su trayectoria en equipos como el Cádiz, el Xerez o el Ciudad de Murcia lo avala, equipos en los que ha conseguido grandes retos».
Sobre la decisión de destituir a Burgueña, Otero señaló que «nos da pena que se marche un profesional como Burgueña, que ha hecho mucho por este equipo. Hemos tenido que pensar en el club. En mi cabeza siempre ha estado Carlos, creo que es el más indicado para sacar este reto adelante, ya que conoce perfectamente el grupo IV y la plantilla».
Preguntados sobre la persona que ocupará el cargo de segundo entrenador tras la marcha de Mere, ambos coincidieron en señalar que «se está en conversaciones con algunas personas, pero tendrían que abandonar lo que están haciendo en estos momentos y todavía no tenemos claro quién será el que ocupé el cargo».
Hoy mismo, el jerezano se pondrá el mono de trabajo para tener la primera toma de contacto con una plantilla de la cual conoce a muchos jugadores y para empezar lo antes posible a preparar el encuentro del domingo en el Álvarez Claro de Melilla. Al margen de lo que sucedía en la sala de prensa del estadio, sobre el césped del Cuvillo, el equipo llevó a cabo una sesión de entrenamientos que estuvo comandada por Zafra, entrenador de porteros y delegado, y Luis Márquez, preparador físico. El trabajo dio comienzo a las seis y media de la tarde y la nota especial fue la presencia de José Luis Burgueña, que se acercó hasta el coliseo rojiblanco para despedirse de sus jugadores, situación que se produjo en el interior del vestuario y en la más absoluta intimidad.