Una de las pequeñas manifestaciones que se están extendiendo por Birmania pese a la brutal represión ordenada por la Junta Militar. /EFE
DECENAS DE ARRESTOS

La visita del enviado de la ONU no frena la represión en Birmania

La Junta Militar prohíbe el encuentro entre Ibrahim Gambari y la activista detenida y premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi

RANGÚN Actualizado: Guardar
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La Junta Militar birmana ha prohibido el encuentro previsto entre el representante especial de Naciones Unidas, Ibrahim Gambari, y la activista detenida y premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, según informa el diario británico The Times.

Los cuerpos de seguridad de Birmania (Myanmar) han efectuado disparos y han lanzado botes de gases lacrimógenos para dispersar una protesta de unas 2.000 personas en Rangún. Además, decenas de manifestantes han sido detenidos.

La manifestación ha coincidido con la llegada al país del enviado especial de Naciones Unidas, Ibrahim Gambari. Llega para iniciar negociaciones de emergencia con la Junta Militar y trasladar un mensaje del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, para que se acabe con la violencia contra las protestas pacíficas.

Gambari ha aterrizado en el aeropuerto internacional de Rangún y se ha encaminado directamente a la ciudad de Naypyitaw, sede del Gobierno militar. Los diplomáticos occidentales son bastante pesimistas con respecto a los posibles logros del enviado, ya que ni siquiera esperan que se le permita reunirse con los opositores ni con el supuesto hombre fuerte del país, el general Than Shwe. Será el propio Gobierno birmano el que fije su agenda.

"Espero entrevistarme con todos aquellos con los que necesito reunirme", ha declarado Gambari a los periodistas antes de llegar a Rangún.

Pese a esta visita, la represión se mantiene en el país. Poco antes de la llegada del enviado, el Ejército birmano había disuelto de forma violenta otra concentración de más de 200 personas delante del hotel Traders, donde se aloja el enviado de la ONU.

"Unas 200 personas, unas 300 como máximo, se han presentado delante del hotel donde posiblemente se alojará Gambari", ha explicado una fuente que, dada la situación, ha preferido mantenerse en el anonimato. "Varios grupos de militares se han presentado en el lugar, han comenzado a golpearles, y han arrestado a la mayoría", ha explicado el testigo.

Calma tensa

El país, de momento, ha recuperado hoy sábado la conexión internacional con Internet, después de que la Junta ordenara cortar las comunicaciones para impedir el flujo de noticias sobre posibles operaciones de represión o enfrentamientos entre Ejército y manifestantes.

Pequeños grupos de personas han comenzado a organizar conatos de manifestaciones en otros puntos de Rangún, donde la Junta Militar ha reforzado la seguridad en las calles con soldados y policías.

Según testigos citados por la radio birmana, existe una fuerte presencia militar en las pagodas de Shwedagon y Sule, en el casco viejo de la ciudad y lugares emblemáticos de las manifestaciones antigubernamentales que desde hace más de un mes desafían a la dictadura.

Al menos 15 personas han muerto, cerca de 200 han resultado heridas y más de 1.000 han sido detenidas, entre ellas 800 monjes, desde el miércoles pasado, cuando el régimen militar comenzó a disolver las manifestaciones tras imponer el toque de queda y prohibir las reuniones públicas.

Presión militar sobre los monjes

El cerco militar prosigue en los monasterios y ha conseguido que los monjes budistas, que encabezaban las movilizaciones antigubernamentales desde el 17 de septiembre, no salgan a la calles desde el viernes.

La atención de la Junta Militar, que ayer aplastó sin contemplaciones las movilizaciones con una rápida actuación, se encuentra hoy también centrada con la visita de Gambari, quien viaja con un mensaje del secretario general de la ONU, el surcoreano Ban Ki-moon, para que se modere y busque una solución dialogada.

El diplomático egipcio Gambari, quien no pisa Birmania desde noviembre de 2006 porque no le conceden una visa, declaró esta mañana antes de salir de Singapur hacia Rangún que esperaba que fuese una "visita muy fructífera".

Birmania (Myanmar) está gobernada por los militares desde 1962 y no celebra elecciones parlamentarias desde 1990, cuando el partido oficial perdió estrepitosamente ante la Liga Nacional para la Democracia (LND), que lidera Aung San Suu Kyi, unos comicios cuyos resultados desacataron los generales.